Revista Cultura y Ocio

[Poesía y pintura] Hoy, con Antonio Machado y Gustavo Doré

Por Harendt

[Poesía y pintura] Hoy, con Antonio Machado y Gustavo Doré


Retomo la publicación, con un formato diferente, de la serie de entradas del blog dedicadas al "Tema de España" en la poesía española contemporánea, que tuvieron tan buena acogida de los lectores hace años. Grandes poetas contemporáneos españoles, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, que cantaron a su patria común, España, desde el corazón y la añoranza. En estos aciagos días en que hijos espurios e indeseables reniegan de España, la insultan, la mancillan, y pretenden acallar las voces de aquellos otros que nos alzamos orgullosos de pronunciar su nombre, nada mejor que la poesía para reivindicarla como se merece. Si como dijo Walt Whitman la poesía es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz, también es, en palabras de ese gran poeta y gran español que fue Gabriel Celaya, un arma cargada de futuro. Empuñemosla, entonces, en su defensa.Hoy traigo al blog al poeta Antonio Machado y su poema El  dios ibero, y al pintor Gustave Doré John Everett Millais y su cuadro Andrómeda

Antonio Machado Ruiz (1875-1939) fue un poeta español, el más joven representante de la Generación del 98. Su obra inicial, de corte modernista evolucionó hacia un intimismo simbolista con rasgos románticos, que maduró en una poesía de compromiso humano, de una parte, y de contemplación casi taoísta de la existencia, por otra; una síntesis que en la voz de Machado se hace eco de la sabiduría popular más ancestral. Dicho en palabras de Gerardo Diego, «hablaba en verso y vivía en poesía». Fue uno de los alumnos distinguidos de la Institución Libre de Enseñanza, con cuyos idearios estuvo siempre comprometido. Murió en el exilio, en Francia, poco tiempo después de finalizada la guerra civil española.


EL DIOS IBERO
por 
Antonio Machado

Igual que el ballesterotahúr de la cantiga,tuviera una saeta el hombre iberopara el Señor que apedreó la espigay malogró los frutos otoñales,y un "gloria a ti" para el Señor que granacentenos y trigalesque el pan bendito le darán mañana.«Señor de la ruïna,adoro porque aguardo y porque temo:con mi oración se inclinahacia la tierra un corazón blasfemo.»¡Señor, por quien arranco el pan con pena,sé tu poder, conozco mi cadena!»¡Oh dueño de la nube del estíoque la campiña arrasa,del seco otoño, del helar tardío,y del bochorno que la mies abrasa!»¡Señor del iris, sobre el campo verdedonde la oveja pace,Señor del fruto que el gusano muerdey de la choza que el turbión deshace,»tu soplo el fuego del hogar aviva,tu lumbre da sazón al rubio grano,y cuaja el hueso de la verde oliva,la noche de San Juan, tu santa mano!»¡Oh dueño de fortuna y de pobreza,ventura y malandanza,que al rico das favores y perezay al pobre su fatiga y su esperanza!»¡Señor, Señor: en la voltaria ruedadel año he visto mi simiente echada,corriendo igual albur que la monedadel jugador en el azar sembrada!»¡Señor, hoy paternal, ayer cruento,con doble faz de amor y de venganza,a ti, en un dado de tahúr al vientova mi oración, blasfemia y alabanza!»Este que insulta a Dios en los altares,no más atento al ceño del destino,también soñó caminos en los maresy dijo: es Dios sobre la mar camino.¿No es él quien puso a Dios sobre la guerramás allá de la suerte,más allá de la tierra,más allá de la mar y de la muerte?¿No dio la encina iberapara el fuego de Dios la buena rama,que fue en la santa hoguerade amor una con Dios en pura llama?Mas hoy... ¡Qué importa un día!Para los nuevos laresestepas hay en la floresta umbría,leña verde en los viejos encinares.Aún larga patria esperaabrir al corvo arado sus besanas;para el grano de Dios hay sementerabajo cardos y abrojos y bardanas.¡Qué importa un día! Está el ayer alertoal mañana, mañana al infinito,hombres de España, ni el pasado ha muerto,no está el mañana ?ni el ayer? escrito.¿Quién ha visto la faz al Dios hispano?Mi corazón aguardaal hombre ibero de la recia mano,que tallará en el roble castellanoel Dios adusto de la tierra parda.***Paul Gustave Doré (1832-1883) fue un artista francés, pintor, escultor e ilustrador, considerado en su país el último de los grandes ilustradores.​ Entre sus trabajos más notables pueden citarse las ilustraciones para El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, la Biblia (1865) y La Divina Comedia.


[Poesía y pintura] Hoy, con Antonio Machado y Gustavo Doré
Andrómeda (1869), de Gustavo Doré Chi Mei Museum, Tainan (Taiwan)
Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
[Poesía y pintura] Hoy, con Antonio Machado y Gustavo Doré
HArendt



Entrada núm. 3998
[email protected]La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

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