Gennádiy Shpálikov es un poeta, director de cine y guionista soviético, nacido el 6 de septiembre de 1937. Cometió suicidio el 1 de noviembre de 1974 en Moscú.
Es el guionista de las películas soviéticas tan reconocidas y amadas por los espectadores en Rusia, como: “Трамвай в другие города” (A Tram to Other Cities), “Звезда на пряжке”, “Я шагаю по Москве” (Walking the Streets of Moscow), “Я родом из детства” (I am from childhood), entre otras.
El comienzo del obrar literario de Shpálikov coincidió con el final de la época del Stalinismo, la política de apertura y atrevimiento, y con el nuevo estilo de narración de los escritores y poetas de los años 60.
Shpálikov consideraba que la vida debía ser una fiesta. Intentaba subir a lo más alto, componía sus leyendas del hielo. Este hielo se derretía y tan solo quedaban las momentáneas gotas de su inmortalidad. Shpálikov se convirtió en una leyenda efímera. Iba por delante de la generación de los niños nacidos en 1937. Se dedicó al arte cuando en la literatura todavía no reinaba la ironía, ni juego de palabras, ni la dualidad ni ambigüedad de los años 70.
Permanecía constantemente en su juventud militar impregnada del romanticismo con que le habían formado. No quería madurar, no quería perder la visión inocente y frágil del mundo.
Tras su muerte Shpálikov podría haberse convertido en una leyenda de toda una generación, en un representante emblemático de los años 60, como lo fue Salinger en los Estados Unidos, pero sus contemporáneos no le perdonaron su apego y fidelidad a su tiempo y a sus sueños.
Se suicidó el 1 de noviembre de 1974, cuando comprendió que nadie le quería tal y como era, y él mismo no pretendía ni quería cambiar. Vasíliy Aksiónov, Bulat Okudzháva, Bella Ajmadúlina, todos sus contemporáneos pasaron por un período de cambios; sin embargo, Shpálikov seguía siendo el hielo que se derretía poco a poco, albergando en su interior esperanzas que deseaba se hicieran realidad. Se derritió junto con su época, rechazando la dualidad, la ambigüedad y el cinismo. Lo único que quizás sea común entre Gennádiy Shpálikov y los poetas de su generación es que todos son hijos de la guerra, todos vieron la muerte en edades muy tempranas.
Shpálikov sentía la presencia de la muerte y la añoranza por el padre en lo más profundo de su ser. Su padre, Fiódor Shpálikov, fue ingeniero-comandante y cayó en las tierras de Polonia en 1945. Dicha pérdida predominaba en los recuerdos de Gennádiy y, por lo tanto, creció comprendiendo lo que significa ser un huérfano después del fallecimiento de su padre. En 1947, cuando tenía 10 años, le mandaron al Colegio Militar «Suvórov» de Kiev, al que ingresaban los hijos de los combatientes fallecidos. Escuchaba las historias de sus amigos y esto dejaba una profunda huella en su percepción del mundo e intensificaba los sufrimientos que llevaba dentro. Algunos de sus amigos vieron cómo se produjo la ocupación, vieron la horca, los fusilamientos. La presencia de lo militar a lo largo de su juventud hizo que este tema se volviera central en sus obras (películas, poesía).
По несчастью или к счастью
По несчастью или к счастью,
Истина проста:
Никогда не возвращайся
В прежние места.
Даже если пепелище
Выглядит вполне,
Не найти того, что ищем,
Ни тебе, ни мне.
Путешествие в обратно
Я бы запретил,
Я прошу тебя, как брата,
Душу не мути.
А не то рвану по следу —
Кто меня вернет? —
И на валенках уеду
В сорок пятый год.
В сорок пятом угадаю,
Там, где — боже мой! —
Будет мама молодая
И отец живой.
Por desgracia o por suerte
Por desgracia o por suerte,
La verdad es simple:
Nunca das vuelta atrás
A los mismos sitios.
E, incluso, si los lares
Nos parecen bien,
No es posible que encontremos
Lo que allí buscamos.
El retorno al pasado,
Yo prohibiría.
Y te pido como al hermano,
No perturbes alma.
Si no salgo a la siga,
¿Quién me detendrá?
Y con fieltros en trineo
Aparezco yo allá en el 45.
En el 1945 adivinaré
Aquel instante, ¡cielo santo!
Cuando estará mi madre joven
Y mi padre vivo.
Por Kseniys Tokareva
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