
En el año 2001 Nintendo sacaba a la venta una consola que estaba demasiado desfasada para su época pero capaz de tener un tamaño más que pequeño. Además de su pequeña talla era capaz de trabajar con cartuchos intercambiables del tamaño aproximado de una moneda, lo cual le daba un gran potencial.
Pero debido a que sólo los juegos que salieron para ella estaban basados en la franquicia de Pokemon y su pantalla al ser en monocromo no tuvo una aceptación considerable. Llegó al punto de ser regalada en las tiendas Game si comprabas una Gameboy Advance SP si no recuerdo mal.

Con un peso de 70 gramos incluyendo el cartucho y la batería tipo AAA se podría decir que ha sido la videoconsola más ligera del mercado. Además viene con un sensor de movimiento e incluso puerto de infrarojos para comunicarse con otras consolas.
Tal vez Nintendo tenía que haber dotado de más protagonismo a esta pequeña consola sacando algunos cartuchos basados en franquicias como Mario, Zelda o Metroid, e incluso haber dotado alguno de sus videojuegos de consolas grandes con algún añadido para usar la Pokemon Mini en forma de gadget para ayudarte en el juego principal.