Revista Sociedad

Póker caribeño, los consejos erróneos de los cafres

Publicado el 18 abril 2014 por Albilores @Otracorriente

caribeño

Nuevamente hablaremos de las falsedades de juego extendidas por los casinos. Esta vez le toca el turno al llamado póker caribeño o póker contrapartida en el que puede haber alguna variante que cambie su nombre.

El póker al que nos referimos, para que no haya confusión, es en el que se reparten 5 cartas a los jugadores y 5 al crupier. Los jugadores pondrán una primera apuesta antes de verse las cartas (ahí está el truco) y luego decidirá si va, no va o si compra un carta, descartándose de una de las de su mano. El precio de la compra será exactamente el mismo que la primera apuesta realizada y salga lo que salga estará obligado a jugar la mano con el doble de la apuesta detrás de la primera.

Una de las falsedades del póker caribeño, el de mayor fiabilidad de ganancia para el casino, es que, según la creencia popular, se debe comprar carta en numerosas situaciones. Si preguntamos a un crupier qué hacemos con una doble pareja, no por mala fe, sino por desconocimiento del mismo (aunque no lo crean), probablemente nos aconsejará que compremos carta, ya que nos puede tocar un Full que, si se diesen las condiciones, nos pagarían 7 veces la apuesta de atrás.

Esto es un error si es puesto en práctica por un cliente habitual del casino y frecuente jugador de póker carbeño, ya que la suma que nos pagarán sobre el porcentaje de que se pague la jugada del hipotético Full es inferior a la de la compra y pago de la jugada, en caso de no coger el Full o en caso de cogerlo y que además se pague la jugada; recordad que para que se pague la jugada, el crupier debe sacar jugada inferior a la que tenga el cliente, si no saca jugada inferior, a efectos, tan sólo se le devolverá la compra realizada. Si, por el contrario, saca jugada superior, el cliente perderá todo lo jugado en la mano.

Esta es la razón por la que, aunque casi todos los jugadores de póker caribeño, amigos e incluso crupieres nos presionen, creyendo que nos hacen un favor, para que compremos una carta, lo mejor será hacer caso omiso de estos consejos erróneos, a pesar de que algún cafre que esté cerca, pueda llegar a burlarse de nosotros, y ahorrarnos la compra que nos irá quitando nuestro dinero lentamente.

Diferente situación es la de un cliente que juega en un casino en calidad de turista sin intención de volver a jugar más días. A él, sí es posible que el riesgo de comprar una carta le merezca la pena.

En cualquier caso, deben saber ambos, que juegan en contra de las probabilidades y que cuanto más descartes se compren más será el dinero que se pierda en este juego llamado póker caribeño, que en realidad es un pseudo póker con partidas excesivamente mecánicas cuya rentabilidad para el casino es tremendamente sorprendente.


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