El fin de tener una mente abierta, como el de una boca abierta, es llenarla con algo valioso. G.K.Chesterton
Con esta moda del pinzamiento tardío se están separando a las madres de sus hijos con más frecuencia que antes. Lográis el efecto contrario que perseguís: mantener juntos a la madre y al bebé. Eran las palabras de una pediatra tras un parto mientras observaba a una de mis compañeras esperando para cortar el cordón y realizar un pinzamiento tardío. ¿Qué querían decir exactamente sus palabras? Para mí, una especie de duda existencial que aparece como duende inquieto en cada parto. Si espero dos minutos o el cese del latido, atraigo la triste realidad de separarlos y si pinzo tras unos segundos madre e hijo seguirán juntos. ¿Qué hacer?
Las ventajas de un aporte extra de sangre se transforman en un aumento de bilirrubina que en ocasiones tiene que ser tratado con fototerapia, es decir, ingresar durante horas o días al recién nacido en Neonatología. Lo cierto es que no existe un consenso global sobre el momento idóneo del pinzamiento, incluso a nivel europeo, los protocolos sanitarios no se pronuncian al respecto. Ya veis, la práctica más antigua y prevalente del género humano continua siendo un debate.
A ello hay que añadir que la tasa de trasfusión placentaria, o sangre que recibiría el recién nacido, está influida por la posición del bebé. Cuanto más bajo se encuentre respecto a la madre y la placenta más volumen en menos tiempo obtendría.
Algunas revisiones de la todopoderosa base de datos basadas en la evidencia, The Cochrane, hablan de deficiencias metodológicas en muchos de los estudios utilizados para defender o culpar dicha práctica. En resumen, más de lo mismo.
Hay cierta conformidad que pinzar el cordón tardíamente en niños a término, a partir de las 36-37 semanas de gestación, mejora los niveles de hemoglobina y los niveles de hierro. Unas medidas realmente valiosas para los países en vías de desarrollo. También coinciden los expertos que retrasar el pinzamiento en bebés prematuros resulta beneficioso. Una práctica teórica que difícilmente se puede llevar a cabo cuando lo inmediato es reanimar y estabilizar al pequeño ser tras su nacimiento.
La estrategia de atención al parto normal, editada por el Ministerio de Sanidad, recomienda realizar el pinzamiento cuando el cordón deje de latir o a partir del segundo minuto tras el nacimiento. Perfecto, pero si con ello aumentamos las separaciones madre e hijo. ¿Qué tiene más valor?
El “American College of Obstetricians and Gynecologists” afirma que en la actualidad no existen pruebas suficientes para apoyar o refutar los beneficios del pinzamiento tardío del cordón umbilical en recién nacidos a término en países desarrollados. Sin embargo, recomiendan el clampeo o corte tardío del cordón en los recién nacidos prematuros, siempre que se mantenga a los bebés por debajo del nivel de la placenta durante 30 y 60 segundos tras el nacimiento. Todo ello en base a los beneficios neonatales evidenciados.
Erasmus Darwin ( 1731-1802) médico y filósofo británico, ya debatía sobre el momento “óptimo” del pinzamiento del cordón del bebé. Como veis, nada nuevo bajo el sol.
Y como no hay consenso al respecto, de hecho hay tantos artículos a favor y en contra como estrellas en el cielo, os dejo varios enlaces para que vosotras mismas juzguéis. Ahí queda reflejado el universo de este debate.
Ventajas e inconvenientes Pinzamiento del Cordón Umbilical
- http://apps.who.int/rhl/pregnancy_childbirth/childbirth/3rd_stage/jccom/es/
- http://www.acog.org/Resources-And-Publications/Committee-Opinions/Committee-on-Obstetric-Practice/Timing-of-Umbilical-Cord-Clamping-After-Birth