El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha promulgado una ley que permitiría que miles de caballos, considerados un tesoro nacional, sean sacrificados en mataderos del país para el consumo de su carne, una idea que ha causado indigestión entre los defensores de animales.En una ley para costear el funcionamiento de las agencias del Gobierno que Obama firmó el pasado día 18 se incluye una cláusula que permite destinar dinero a la inspección de carne de caballo.
Esa cláusula, que ha suscitado la repulsa de los defensores de animales en todo Estados Unidos, permitiría la reapertura de mataderos de caballos para consumo humano de esta carne en los próximos meses. La última de estas instalaciones se clausuró el 24 de mayo de 2007.