La muerte del presidente del Gobierno durante los años que duró la Transición coincidió, de forma oportunista según critican muchos, con el lanzamiento de La Gran Desmemoria. El libro de Pilar Urbano, en el que se asegura que Suárez estaba convencido de que “el elefante blanco” al que esperaban los alzados del 23F era el rey. Las reacciones a tales afirmaciones no se han hecho esperar.
La periodista está recibiendo calificativos peyorativos de todos los niveles, siendo histérica y fabuladora de los más flojos. La Casa Real y la familia del difunto presidente han defendido además que la relación entre el rey y presidente no tiene nada que ver con los recelos de los que habla Urbano.
El hijo de Suárez ha pedido a la editorial Planeta que retire el libro. Iñaki Anasagasti, uno de los pocos políticos españoles que ha preguntado en el Parlamento sobre temas relacionados con la Casa Real, también ha escrito en su blog sobre el tema.
Sin tener en cuenta los insultos, la crítica más repetida es que haya esperado a la muerte del presidente para lanzar el libro. Él único que podría rebatir si lo escrito son sus palabras está muerto y el otro interlocutor, el rey, no hace declaraciones de carácter político.
Todo esto ocurre al tiempo que Puedo prometer y prometo, del periodista Fernando Ónega (La mañana, de TVE) que también versa sobre la figura del dirigente de UCD se convierte en un superventas. En este libro se cuenta lo que dice todo el mundo: Suárez y el rey eran muy amigos, la Transición hubiera sido imposible sin el rey, etc.