La policía de fronteras israelí actuó rápidamente para salvar la vida de un árabe en la ciudad vieja de Jerusalem al que le había dado un ataque epilectico.
Va a ser que los miembros de la policía israelí no tienen la piel roja, ni huelen a azufre ni tienen pies de macho cabrio ni astas en la frente, tal y como nos lo pinta habitualmente la narrativa de los “solo” anti sionistas.
Va a ser que los miembros de la policía israelí son personas normales, como usted que está leyendo en estos momentos o yo mismo, preocupados por ayudar al prójimo.
Y esta verdad, que los israelíes son personas normales como cualquier hijo de vecino, es lo que mas temen esos racistas acomplejados de serlo que se definen como “solo” anti sionistas, pues deja su mensaje de odio a la altura de los discursos de Hitler.
Fuente: Arutz Sheva