La policía cargaba el sábado pasado contra manifestantes y periodistas tras finalizar la concentración ‘Jaque a la Monarquía’. Como se ve en el vídeo, los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) empujaron y golpearon a varios reporteros gráficos, pese a ser evidente que estaban cumpliendo con su misión de informar sin entorpecer la acción de los antidisturbios. En el min. 1:49 del vídeo se aprecia cómo un policía golpea a Mario Munera, mientras Juan Ramón Robles (a su izquierda) graba con la cámara. En el suelo se ve a Gabriel Pecot, tras haber sido agredido. Algunos de ellos, como el fotorreportero Raúl Capín, tuvieron que recibir asistencia del SAMUR por los golpes recibidos.
De esta manera estos periodistas recibían los “cordiales gomazos”. Ahí están los testimonios directos de @mmunera, @juanramajete, @gabrielpec y @phierrecom. En el de este último, puede leerse en Menéame: “A mi me pillaron en la calle Atocha, iba con Raúl, el fotógrafo de la pedrada del sábado, y un mando que siempre es un rebotado empezó un cruce de palabras con unos chavales y al final fue a por su grupo y estos chavales empezaron a correr, y nos pusimos a hacer fotos, a Raúl antes de darle la dijeron “a ver qué sacas ahora” y yo le grité “prensa, prensa” porque ya le vi que venía porra en mano con las intenciones y, mientras me decía que a ver el carnet me mandó el porrazo.”
La FAPE se ha pronunciado contra las agresiones y pide que se investiguen. No es la primera vez que se casca a un periodista o a un gráfico, muy probablemente tampoco será la última. Por recordar uno, el de Gorka Ramos el 5 agosto de 2011. Durante una intervención policial recibió un repasito. El periodistafue rodeado, golpeado y detenido mientras trabajaba. Sin explicaciones oficiales ni detalles.
“Aún hay posturas inexplicables –escribe J. R. Mora, el autor de estos dibujos humorísticos–, intentando quitar hierro al asunto o sugiriendo que se da más importancia a la agresión a un informador que a la de cualquier otro ciudadano. No son más importantes por ser periodistas, pero añaden un extra. Si se le endiña a personas que graban y hacen fotos, porque se dedican profesionalmente a eso o, simplemente, porque quieran haciendo uso de sus derechos (Art. 20/1), no hay forma de que se pueda ofrecer una versión policial retorcida de que eran radicales blandiendo peligrosas y letales muletas-estoque. Es una prueba más, y sólida, de que dan hostias indiscriminadas. Y que lo vistan como quieran. No me extrañaría nada leer mañana que Interior afirma que se trataba de un violento grupo de radicales que disparaban fotos a bocajarro. Espero impaciente las reacciones del resto de colectivos y profesionales del gremio, son siempre curiosas”.
Periodistas golpeados por la policía tras finalizar la concentración #JaquealaMONARQUÍA convocada por la Coordinadora 25S.