Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) cambiaron nuestra manera de consumir y compartir información. Los dispositivos móviles, como celulares y tabletas, ganan terreno entre los ciudadanos y la información se viraliza rápidamente. En este sentido, como usuarios abandonamos la pasividad del circuito clásico emisor-receptor y podemos ahora generar contenido, modificarlo y entrar en la conversación. El público adquiere un protagonismo central gracias al nuevo paradigma de la comunicación, y se convierte en productor de información. La expansión de sitios web y blogs, y plataformas sociales como Facebook, Twitter o Instagram, permiten compartir y expresar opiniones que pueden ser, a su vez, compartidas por otros usuarios, así como el periodismo colaborativo, son un ejemplo del nuevo entorno en el cual nos movemos.
De forma permanente nos comunicamos a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería, que rompen fronteras y nos conectan de manera inmediata con las personas. El carácter masivo de los nuevos medios hace que dirigentes políticos y gobiernos utilicen estas nuevas tecnologías para "comunicarse" con la ciudadanía. A su vez, la sociedad toma a las redes sociales como medio de expresión y manifiestan pensamientos y opiniones a través de ellas. Hay un receptor activo que no solamente recibe el mensaje sino que lo procesa, lo comenta y lo comparte.
Manuel Castells, sociólogo español, introdujo el concepto "Sociedad-Red", el cual hace referencia al papel que juega internet como principal medio de comunicación, interacción y organización en esta nueva sociedad. Con respecto a la comunicación política, el autor afirma que internet " podría ser un instrumento de participación ciudadana extraordinario", podría ser un instrumento de información de la clase política, de los gobiernos y de los partidos a los ciudadanos en su conjunto y de relación interactiva. Pero se observa que, en general, esta comunicación no se produce, ya que los políticos se limitan simplemente a volcar información en la red, descartando y dejando de lado la opinión de la ciudadanía. Castells afirma que el problema no es de internet sino que el problema es del sistema político. " Hay que cambiar la política para cambiar internet y, entonces, el uso político de internet puede revertir en un cambio de la política misma ". (Castells, M. 2001: Internet y la Sociedad Red).
Políticos y candidatos participan en el ciberespacio con el objetivo de acercarse a su electorado, muchas veces generando efectos negativos en la comunicación por no contar con una estrategia clara. Cada red social tiene su lenguaje propio y su propia dinámica de funcionamiento. Es importante conocer en profundidad a nuestro público, a nuestros seguidores y a nuestros po tenciales votantes con el objetivo de poder segmentar y crear conversaciones que generen impacto.
Comparte este artículo en Twitter haciendo clic aquí ¿Qué debemos tener en cuenta al momento de comenzar la gestión de la comunicación para un político o gobierno en internet?En primer lugar, realizar una evaluación de nuestro público. Existen herramientas que nos indican edad, género, ubicación, intereses y hasta los horarios en los cuales se conectan los usuarios a las distintas plataformas sociales.
En segundo lugar, estudiar en profundidad los medios que vamos a utilizar para la comunicación. Los medios varían su lenguaje y sus recursos según la plataforma. Repetir una misma publicación en distintas redes es un error. Los usuarios de Instagram no buscan lo mismo cuando navegan en Facebook. El reto está en adaptarnos a cada plataforma con publicaciones atractivas, que impacten y generen emociones.
Los internautas están atentos y no perdonan errores. Crean contenidos que apuntan a la diversión y dependerá de la estrategia que utilicemos si queremos aprovecharlos y ganar posicionamiento, o enfadarnos y seguir fuera de la conversación.
Un ejemplo de plataformas bien utilizadas es el que practica el partido "Podemos" en España. Utilizan mensajes concretos, con diseños simples y conectan las acciones online con las offline.
En Facebook comparten videos cortos con novedades, apariciones de sus líderes en medios tradicionales y realizan transmisiones en vivo, que invitan a la participación a través de reacciones y comentarios.
La comunicación política en los nuevos medios no tiene que asemejarse a la propaganda ni a la publicidad. Los nuevos dirigentes deben necesariamente dialogar si desean aprovechar internet para hacer política. Los monólogos extensos no tienen adeptos ni sentido en este nuevo paradigma de la comunicación. Estar en la red supone estar abiertos a una instancia de conversación y dar lugar al diálogo. En este sentido, es necesario responder siempre a preguntas y comentarios que usuarios de las distintas plataformas presentan. Es preciso entender que no solamente encontraremos publicaciones de adherentes y simpatizantes sino también de opositores. Lo importante es utilizar los medios como una instancia de debate de los temas públicos. Si logramos esto, si entramos verdaderamente en la lógica de la conversación, muy probablemente se alcance un éxito natural, por sí sólo, un voz a voz que circula por cuenta propia. No se trata ya de lanzar slogans o consignas, sino de compartir, hablar, aportar datos de interés y, sobre todo, escuchar.
La comunicación política en redes sociales requiere mucho más que la simple apertura de un perfil, una página de Facebook o una cuenta en Twitter. Se necesitan objetivos claros, una estrategia de comunicación bien pensada y estar predispuestos a entender que necesariamente necesitamos escuchar para poder construir y crear vínculos. El potencial de las TIC, bien gestionadas y utilizadas, es inmenso.
Licenciado en Comunicación Social especializado en Comunicación Política y Nuevas Tecnologías. Trabajó la comunicación digital en campañas políticas de Argentina, Colombia, México y Ecuador. Docente de la Red de Comunicación Política de las Américas, Periodista y Community Manager. Asesor en comunicación digital en empresas públicas y privadas. Matías Servedía
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@matiservedia