Un doce de agosto, en
vísperas del puente de la Virgen, el País está parado; muchos pensando en que
se acaban las vacaciones, otros en que empiezan y otros muchos sin período de
descanso pues no tienen trabajo del que descansar. Y además estamos en plenos Juegos
Olímpicos, por lo que casi todos pasan las tardes pegados a la televisión
viendo deportes de los que no volverán a tener noticia en los próximos cuatro
años…
Y mientras todo esto ocurre nuestros políticos están que si sí que si no, que si negocian o guardan silencio, que si habrá gobierno o volveremos a celebrar unas terceras elecciones… Y según parece todo se paraliza estos días, porque unos se cogen el puente, otros tienen que llamar a consultas a sus compañeros (y llegar a Madrid parece que es complicado) y otros continúan escondidos en el chiringuito. De verdad que no lo comprendo, porque ya ha pasado tiempo suficiente desde el pasado 26 de junio como para que ya supiéramos qué va a ocurrir en España. Pero no, hay que agotar los tiempos, los plazos. Y parece que no importa que para el próximo año no tengamos los presupuestos o que existan importantes negociaciones con la Unión Europea que han de cerrarse. Pero bueno, este puente se paraliza España, muchos pueblos están de fiesta, y nuestros dirigentes también. Para que luego digan que nuestros políticos están alejados de la gente.
