Si un estadounidense o un británico conocen el caso del diputado del PP que reconoció que su familia las “pasa canutas” con los 5.100 euros mensuales que gana, y analizan las reacciones populares y de los medios informativos llamándole explotador e insolidario, ya pueden dictaminar por qué fracasa la política española y por qué seguramente aquí están los políticos más ineptos de Europa.
El Partido Republicano estadounidense acaba de elegir como candidato a presidente a Mitt Rommey, admirado por haberse hecho multimillonario partiendo de cero. Si gana perderá mucho dinero, aunque se presenta a la elección, dice, para que su país triunfe como hizo él.
El mismo Obama y su mujer ganaban entre los dos más que él como presidente, y a veces lo recuerda en sus discursos.
El diputado Guillermo Collarte, al que disparan desde todos los ángulos por decir que con 5.100 euros de sueldo lo pasa mal, es uno de los pocos políticos españoles con éxito profesional fuera de los cargos de partido.
Ingeniero de caminos antes de diputado, ganaba 12.000 euros mensuales, según aclaró a la prensa, como director corporativo de Desarrollo de Negocio Nacional de Isolux Corsan, empresa establecida en treinta países que factura 43.100 millones de euros.
La web de Isolux informa que previamente había trabajado en Tragsa, Arproma o Inmogestión 2006, y que también había tenido cargos políticos porque, por lo que se ve, tiene vocación de servicio: de otra manera no hubiera reducido su sueldo a menos de la mitad.
Este es el tipo de políticos que no abundan, para desgracia de España, donde hay sobreabundancia de tipos a quienes nadie les daría un trabajo decente, y así le va al país, regido por inútiles, calientaescaños y tontos de la familia y del partido.
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SALAS