Revista Diario
TRAS VARIAS SEMANAS sin noticia alguna digna de mención sobre Telemadrid, de pronto nos encontramos que una "potente señal de origen desconocido" privó a miles de telespectadores de poder ver el Barça-Inter de Milán. Se habla de sabotaje, sin que hasta el momento los técnicos e ingenieros de la compañía Abertis, que es la operadora de la red, hayan conseguido desentrañar el misterio.
La policía de las ondas trabaja aún para averiguar este extraño fenómeno que se inició nada más empezar el encuentro y concluyó, prácticamente, con el pitido final del árbitro mientras los de Guardiola marchaban cabizbajos camino del vestuario.
Como no tengo ni idea de lo que ocurrió, se me ocurren algunas hipótesis, a cual más disparatada. Nos lo tomaremos con humor, aunque a los que no pudieron ver el partido no les haga ni pizca de gracia:
1) La interferencia fue provocada por la competencia para impedir que la cadena autonómica salga del índice de medio de audiencia del 8,4%, el mínimo histórico, cosechado en marzo.
2) Como la señal se reanudó cuando el Camp Nou encendió el mecanismo de riego para aguar la fiesta a los jugadores del Inter, cabría pensar que ambos fenómenos están relacionados y que una mano negra, blaugrana en este caso, fue la que provocó las interferencias. ¡Montilla dimisión!
3) Según ha sabido este blog de fuentes bien informadas, el boicot fue provocado para rentabilizar el trabajo de los espías de la Comunidad, inactivos y desocupados desde hace meses.
4) El culpable fue sin duda Zapatero, ese diabólico Anticristo de la zeja, seguidor del Barça por más señas, que es lo único que le faltaba para hundir a España. Esperanza Aguirre está tardando mucho ya en pedir su dimisión.
5) Otras fuentes apuntan a que el bloqueo de la emisión es obra de los mismos que sabotearon los trenes del Metro.
Permanezcan atentos a su pantalla. Habrá ampliación. Seguiremos informando.