polvos de sol: como utilizarlos

Los polvos de sol han ido ganando terreno en nuestro neceser hasta tal punto que ya son un producto básico con el que puedes transformar la apariencia de tu rostro en cualquier época del año, porque en invierno sirven para proporcionar un aspecto saludable al rostro sin haber tomado el sol y en verano nos acentúa más el bronceado; pero para poder aprovecharlos al máximo, es necesario saber cómo utilizarlos y conseguir una buena aplicación.

Tipos de polvos de sol.

En el mercado podemos encontrar polvos de sol con diferentes texturas, en crema, en gel, o en polvos compactos o sueltos, la elección entre uno u otro va a venir dada por nuestro tipo de piel, ya que en pieles mixtas, grasas o normales yo recomiendo el formato en polvo mientras que si tenemos la piel seca es mejor utilizarlos en textura crema porque resecarán menos nuestra piel.

Elegir el tono.

La finalidad del polvo de sol es la de simular un bronceado, pero siempre de manera natural y sutil, para conseguir esto es necesario entre otras cosas elegir con cuidado el tono de nuestro polvo de sol, huye de los polvos que dejan un acabado anaranjado o satinados porque son muy artificiales, te aconsejo los que dejan un acabado mate y tono dorado.

Golden light Bobbi Brown

Polvos sol Laguna Nars

Mis preferidos son los polvos de sol Laguna de Nars para las que son más blanquitas de piel o Casino de Nars para las más morenas, los polvos de Bobbi en el tono Golden Light que se suelen acdaptar bien a casi todos los tonos de piel o también los Hoola de Benefit.

Herramientas para su aplicación.

Brocha 101 Zoeva

Para que nos quede un acabado natural, los polvos de sol tienen que ser aplicados con una brocha de tamaño mediano o grande, de pelo largo y suelto y que sea muy suave, a mi me gusta mucho utilizar la brocha 101 de Zoeva porque es muy suave y como tiene forma de punta de flecha es muy fácil controlar la cantidad de producto;  con la brocha tomaremos una pequeña cantidad de polvos (basta una breve pasada) quitaremos el exceso y pararemos la brocha suavemente por el rostro casi como si la acariciáramos, si vemos que no se notan siempre podremos ir modulando la aplicación.

Cuando se aplican

Los polvos de sol siempre se aplican cuando previamente hemos limpiado e hidratado nuestro rostro, si tenemos la piel sin imperfecciones podemos aplicarlos una vez que el rostro haya absorbido la crema hidratante incluso sin base de maquillaje, pero si queremos también podemos aplicarlos después de la base de maquillaje, pero siempre con bases de maquillajes que sean ligeras y de esta manera, el polvo se quedará mejor adherido a nuestro rostro.

Forma de aplicarlos

Como os he contado, los polvos de sol tienen la finalidad de simular el bronceado de forma natural y hacernos lucir con un tono saludable, por tanto, debemos aplicarlo solo en las zonas del rostro que se broncearían de forma natural que son justamente las zonas del rostro que están más en relieve y por esa razón se broncean antes,  que son: la zona de la frente, pómulos, nariz y barbilla y no debemos olvidarnos de aplicar los polvos de sol en el cuello, para que no haya cortes entre la cara y el cuello y si además llevamos una prenda con escote,  los aplicaremos en la zona central que es la que se suele broncear más.

Cuando he aplicado previamente una base de maquillaje, comienzo aplicando los polvos de sol primero en el cuello para igualar con el tono del rostro utilizando la brocha grande y con movimientos suaves y ligeros de arriba hacia abajo y de abajo hacía arriba y después subo hacia el rostro y los aplico como si trazara un signo + en la cara, es decir, aplico en horizontal en la frente pero solo en la zona que va de ceja a ceja y no me extiendo más,  bajo hacia la nariz en vertical sigo hacia la barbilla y aplico los polvos en el centro de la barbilla y después en horizontal en las mejillas, pero en horizontal no en diagonal y con esto quiero decir que dejo la cara quieta y no hago gesto de poner boca de beso, ni tampoco aplico los polvos haciendo el famoso “3”.

Si os aplicáis los polvos con la forma de signo * que os he indicado, el resultado que obtenéis es la de bronceado igual que si os hubiese dado el sol, siempre antes de aplicar los polvos de sol en el rostro debéis descargar el posible exceso de producto de la brocha en el dorso de la mano  y comenzar con poco producto y luego si queréis podéis ir aumentando la intensidad repitiendo la aplicación de la manera que os he explicado, si os excedéis desde el principio y ponéis mucha cantidad os puede quedar como si tuvierais la cara manchada y por supuesto no os olvidéis de siempre de difuminar el producto para que no se aprecien cortes de color ni quede el “efecto máscara”.

Y ya solo queda que probéis a aplicaros los polvos de sol y ya me contaréis el resultado.