Algo que le tenemos que agradecer a la tecnología y a los genios cibernéticos es la creación de los vídeo juegos, y es que a todos los que nos gusta pasar parte de nuestro tiempo disfrutando de diferentes video juegos o uno en específico sabemos que tenemos ratos de diversión garantizada. Actualmente es común que todos los gamers tengamos por lo menos una consola en nuestros hogares y es suficiente para poder jugar en el momento que queramos; sin embargo, aunque el modo de jugar de ahora es considerado mejor (sobre todo por la comodidad), los que todavía alcanzamos a vivir en la época dorada de las arcadias desde principios de los años 80 a principios de los 2000, recordamos que esa manera de jugar también nos brindaba ratos de diversión, la diferencia es que eran juegos con gráficos más simples y para jugar tenías que salir de tu casa y llevar bastantes monedas de 50 centavos o 1 peso (en México); nos juntábamos con amigos o incluso hacíamos nuevos amigos mientras disfrutamos de diferentes títulos.
Ya que estamos hablando de las Arcadias y de los video juegos, seguramente más de una vez escuchaste a tus papás, abuelos, vecinos o profesores que pasar tiempo jugando era un desperdicio y que incluso te podía causar problemas neuronales, visuales, trastornos y cosas así, obviamente nosotros nunca optamos por hacer caso omiso y seguir con nuestro hobbie favorito ya que a pesar de que sabíamos de que algunos juegos eran violentos la violencia se quedaba ahí dentro. Pero ¿Qué pasaría si en algún momento alguien diseñara un juego con el objetivo de alterar, dañar o incluso causar la muerte de quien lo juegue? Tal vez suene como sacado de una película de ciencia ficción, pero se volvió muy popular la historia en Estados Unidos de un juego que causó todos esos padecimientos a todos aquellos que se atrevieron a jugarlo.
El título de este juego era “Polybius” y consistía en manejar una nave y disparar a los enemigos, algo así como “Galaga” o “Space Invaders” que también fueron bastantes populares en esa época. Dicho video juego fue lanzado en 1981 por la empresas SINNESLOCHEN (escrito en noruego y traducido al español significa curiosamente “pérdida de los sentidos” y fue colocado en varias salas a lo largo de todo el estado americano de Oregon.
Se dice que todas las personas que lo jugaron durante el tiempo que se mantuvo en las salas de Arcadias, comenzaron a experimentar efectos secundarios que resultaban fuera de lo normal como terribles pesadillas por las noches, crisis de pánico, episodios de odio y agresión injustificados, alto nivel de estrés y pérdida de memoria. Se comentó posteriormente que este juego podía llegar a causar locura e incluso incitar al suicidio, pues según algunos testigos aseguran que de repente aparecía la leyenda “kill your self” (mátate), la cual desaparecía bastante rápido para la vista pero que era perfectamente captada por el subconsciente .
En otros casos ya más avanzados se dice que varios jugadores comenzaban a percibir rostros fantasmales a su alrededor mientras jugaban y podían notarlos de reojo; incluso hubo relatos de algunas personas que aseguran haber visto a hombres vestidos de negro que se dedicaban a observar todo el día las maquinas mientras tomaban nota, posiblemente del comportamiento de los usuarios.
Finalmente se optó por la des continuación de este juego, se desaparecieron todas sus arcadias y rastros; se volvió solo una leyenda debido a que los altos mandos e involucrados (incluyendo el gobiernos del Estado de Oregon y de los Estados Unidos) aseguran que nunca existió y actualmente no existen pruebas que demuestren lo contrario; solamente los relatos de aquellos que jugaron ese video juego y lograron sobrevivir, unos lograron reponerse y seguir con su vida mientras otros continúan su proceso de recuperación en clínicas mentales pero sin duda todos ellos concuerdan con sus relatos y aseguran que este hecho fue más que una simple leyenda urbana.