Reconozco que este sitio fue el que más disfrute de la primera parte de mi viaje a Italia después del Vaticano, como conté en A las seis en la columna de Trajano y este además es un sitio un poco curioso para ir, una ciudad arrasada por un volcán que esta semana se han cumplido 1031 años.
Cuando fui hace trece años y medio, en febrero de 1997 me pareció un sitio enorme, donde se podía adivinar el trazado de las calles, y solo quedaba en pie una casa con el tejado y todo, curiosamente la casa donde se ejercía el oficio más antiguo del mundo, nunca mejor dicho, con unas camas de piedra. También siguen en pie los hornos donde la gente cocinaba y restos de templos. Gracias al yeso pudieron recuperar objetos y cuerpos de personas, y se puede ver la magnitud de la tragedia.
Tengo que pedir disculpas por la foto, no se si gana a la foto del post un musical en Londres, pero esta ni siquiera es digital, fue de las que hice durante la visita, hace trece años no tenia la fantástica compañera de viaje que tengo ahora que me lleve a ver entre otros el lugar del próximo post, Stonehenge. Cuando se usa material propio pasan estas cosas, pero según la Wikipedia es el Templo de Vespasiano, parte de Pompeia.