Revista Coaching
Estoy frente al folio en blanco. Otra vez el mismo terror que me ocurre casi semanalmente, aunque creo que llegué al límite en la entrada que os enlazo. ¿Y ahora qué cuento? ¿Dejaré de cumplir este autocompromiso semanal que adquirí al inicio de este blog? De momento sigo a cero.
Hmmm, sigo en blanco. Pero tengo que trabajar. Escribir algo que no sea forzado y que te pueda llegar, que te anime a ponerte en acción. Cuando esto ocurre intento recordar alguna conversación que me ha llamado la atención durante la semana. ¡Maldita la hora en que por pura desidia no he renovado mi bloc de notas en el que apunto esas ideas que me vienen a la cabeza a lo largo de siete días! Prometo que estas Navidades me regalo una libreta bonita y práctica.
Hmmm, sí. Ya sé. Empiezo a ver la luz. En una cena, esta semana, hablamos sobre la necesidad del hacer, sobre ponerse en marcha, sobre ponerse en acción. Sí, el mundo de las ideas está muy bien, pero hay que empezar a llevarlas adelante. ¿Cómo? Pues tal vez, conociendo en profundidad tus capacidades. ¿Cómo resolvió su momento de vacío un genio como Lope de Vega? Que sea él quien nos lo explique:
Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
En este caso, Lope de Vega podría no haber escrito nada pero confió en su capacidad para producir versos. Se sentó, y a pesar del vacío mental fue capaz de escribir este sensacional soneto.
Yo, por supuesto, que no dispongo de esa capacidad, intentaré hacer lo mismo. Y para evitar de nuevo esta situación, además de renovar mi libreta de notas, me apoyaré en que me apetece mucho seguir manteniendo este blog vivo y además, confiaré en la serendipia
¿Cómo te pones en marcha en tus momentos más flojos? ¿Cómo refuerzas tus capacidades?