Revista Opinión
Rematé de camino al sur el magnífico ensayo de Yuval Noah Harari "De animales a dioses". De lo mejor de 2015. Y uno de los mejores ensayos que he leído en los últimos años. Hablaremos de él, porque tiene muchos aspectos de interés. Un libro que permite dialogar con el autor. Aunque uno no esté de acuerdo en todo con él, como es mi caso. Un libro para contextualizar lo que somos. Y para entender el espacio que ocupamos en la vida. Para comprender que somos ante todo monos que disponen de un dedo prensil y que son capaces de fabular. Un libro, en fin, que hubiera debido escribir el gran John the Minor: un libro sobre cultura porque todo está en la imaginación de los hombres.
Y un inicio demoledor que le resumo. Un inicio para contextualizar: hace 4.500 millones de años que se formó el planeta tierra; hace 3.800 millones que aparecieron los organismos vivos. Teniendo en cuanto estas magnitudes, hay que entender que hace apenas 6 millones que nació la última abuela que tenemos en común humanos y chimpancés.
Pero hay más. Hace apenas 2,5 millones de años que empezó evolucionar en África algo parecido al Homo, pero apenas hace 300.000 que estos homo tenían un uso cotidiano del fuego. Nosotros aquí llegamos antes de ayer: sólo hace 200.000 años que apareció como sapiens en África oriental. Este sapiens tardó mucho, más de cien mil años, en experimentar lo que se ha llamado la revolución cognitiva, que no sucedió hasta hace 70.000 años apareció la revolución cognitiva.
Hace nada más que 30.000 que nos quedamos solos, ya que fue entonces cuando se extinguieron los últimos primos homo que quedan vivos, neanderthales (o 12.000 si consideramos al hombre de flores). Y ya prácticamente ayer, hace 16.000 años que sapiens colonizó América y apenas hace 12.000 años de la revolución agrícola que al domesticar plantas y animales permitió a Sapiens la creación de asentamientos permanentes.
En fin, apenas hace 500 años de la revolución científica y nada más que 200 (hace un rato en términos históricos) de la industrial.