Una investigación reciente muestra que si los niños están en una sala de espera con perros mansos y adiestrados entran más tranquilos y muestran menos miedo y sensibilidad al dolor. Hace tiempo que me ronda esa idea por la cabeza y en el hopital ya tenemos perros que van a las habitaciones con niños en tratamiento de cáncer.
He sido un poco adelantado a mi tiempo y, de hecho, varias veces hemos llevado a nuestra perrita a la recepción de la consulta y ha sido muy bien acogida por los niños aunque algunos padres son reticentes a los animales.
Mi admirado Norman Rockwell, ilustrador norteamericano, pintó el cuadro que les adjunto. Unos padres acuden al médico con sus hijos pero en la habitación hay un perro del médico, ¿lo ven?