Revista Cultura y Ocio

Poniendo los anillos

Por Uriel

<Hoy en día, el matrimonio ya no es tenido en cuenta como lo era hace en épocas pasadas. Poca gente se casa, y la mayoría de ellos se divorcia al poco tiempo. Tratando de luchar contra esto les traigo una bella anécdota que quizás nos ayude a valorizarlo un poco más, o al menos a no tomarlo a la ligera.

Como todos seguramente saben, cuando dos individuos se casan, ambos contrayentes se intercambian un anillo como símbolo de unión y respeto. En este gesto, heredado de la tradición romana, suele colocarse el anillo en el dedo anular de la mano izquierda. Pero ¿Por qué los romanos eligieron justo ese dedo y no otro?.

Pues, según nos cuenta el historiador, además de abogado y escritor, romano del Siglo II Aulo Gelio, en su libro “Noches Áticas”, síntesis desordenada de cientos de curiosidades en veinte tomos sobre diversas materias:

“Cuando se abre el cuerpo humano, como hacen los egipcios, y se practica en él la disección como dicen los griegos, se descubre un nervio muy fino que va desde el anular al corazón.”. Es por este motivo por el cual “Se cree conveniente otorgar el honor de llevar la sortija a ese dedo, con preferencia a todos los demás, a causa de esa estrecha conexión, de esa especie de lazo que le une al órgano más noble del hombre”.

Poniendo Los Anillos


Volver a la Portada de Logo Paperblog