Aprender es innato al ser humano, así como respiramos o comemos también apredemos, éste va a ser el alimento de nuestro cerebro. Nuestro cuerpo nos recompensa por el cuidado que le damos tanto en la alimentación, lo más sana y equilibrada posible, como manteniéndolo en forma haciendo deporte. Toda la variedad y creatividad con que nos alimentemos nos será recompensado.
De la misma forma nos recompensa nuestro cerebro, cuanto más sepamos, mayores serán las herramientas de que dispondremos para salir airosos. Nuestro cerebro es una máquina que necesita del flujo contínuo de formación, sino se oxida. Por tanto es necesario tener siempre la inquietud por aprender y así tener una mente sana, flexible, abierta y receptiva. Si disponemos de herramientas que potencien nuestra creatividad, el éxito está más que asegurado, pues para aprender lo primero es tener ganas, con esto tendremos la mitad del camino hecho. La otra parte será aquella que construyamos a diario en cada uno de los procesos formativos en que estamos inmersos, teniendo presente que cuanto más lúdico sea el método de aprendizaje más facilidad de retención de información tendremos, estaremos más receptivos a ampliar nuestro campo de sabiduría.
Teniendo presente estas premisas de acción, acción y de vuelta con la acción, cabe empezar a pensar que la actividad es vital para el ser humano en su existencia, es como nuestra gasolina, sin ella no arrancamos, no vamos a ningún sitio. Y desde luego el espacio en donde se puede encontrar carburante fresco, a punto e ilimitado es en el terreno del juego. Debido a que la acción de jugar nos hace más receptivos y estaremos abiertos a más opciones de distintos caminos a tomar, pues no sólo contamos con nuestra unidad como persona, sino que al ser equipo es la suma de cada individuo la que va a potenciar la magnificencia del resultado, el cual será grande no porque la idea sea única, sino porque estará hecho por la suma de individualidades unidas con un único fin. De este modo el objetivo a conseguir no es ganar sin más, es ganar todos gracias a la aportación única que realiza cada persona. Y es en este concepto en donde está el éxito de un equipo.
El juego por tanto aportará miles de toques de miles de colores a cualquier actividad, gracias a su versatilidad, todo va a depender del punto de vista con que estemos dispuestos a observar, cuanto más amplio sea, más abarcamos y mejor percepción tenemos de la globalidad. Igualmente estamos en ventaja si es para observar nítidamente un pequeño detalle, más personas accionando en un mismo objetivo, da mayor probabilidad de acierto en la estrategia.
No es que la formación esté de moda, más bien la moda que a todos gusta e interesa es aprender, porque la sociedad poco a poco, gracias a las investigaciones y estudios científicos y de mercado, se ha corroborado que el ser humano nunca deja de aprender, y si además lo hace de manera lúdica, es muy probable que nunca deje de aprender por propio interés. Ciertamente el saber no ocupa nada de lugar y sin embargo otorga muchísimo beneficio.