Revista Cultura y Ocio
En nuestro día a día debemos poner freno: a los malos hábitos, a la incertidumbre, a los pesares, a la tristeza, a tu pasividad, a la falta de fe, al ateísmo, a la negatividad, al positivismo temerario, a los pensamientos impuros, a la pureza del pensamiento, al altruismo, al miedo, a ser pobre o extremadamente rico, a los extremismos, a la ultra derecha y a la izquierda más ultra, a quedar bien o mal, al tener que hacer siempre lo correcto y sentir pánico a fallar en el intento; a eso y a tantos cientos de ideas en esta línea marcada. Ponles un freno, un stopo… acelera todo lo que te sea posible según cada caso.Hagas lo que hagas, sueñes, trasnoches pensando y digas lo que digas, nadie lo hará por ti. Eres únic@: eres tú y siempre serás tú mism@ con o sin Irene (Me, Myself & Irene, es una comedia estadounidense de los Hermanos Farrelly, protagonizada por Jim Carrey y Renée Zellweger).Los pasos que darás en la vida serán únicos y tus aciertos o tus fallos serán propios de ti, de nadie más. Y aunque en el transcurso de tu existencia tendrás competidores que querrán hacerlo como tú o mejor que tú, tus pasos en el sendero serán tuyos, sean firmes o torcidos.
Vive tu propia vida, sé lo más feliz que puedas creer llegar a ser. No permitas que alguien te quite tus experiencias, tus temores, tus ilusiones; tu pasado negativo y positivo es sólo tuyo. Siempre lo será, lo recuerdes o lo trates de olvidar, quedará en lo más recóndito y profundo de tu ser. Aprende que todo en esta vida ocurre por alguna razón, es aprendizaje no para vidas futuras según cada creencia religiosa ni para el más allá, también es para el más acá. El reconocer tus fallos aunque no sea en el mismo momento en el que se produce, es un paso para conocerte mejor a ti [email protected] ser humano tiene unos derechos adquiridos durante la vida, unos derechos humanos y políticos adquiridos, regidos por leyes del país donde resida. Pero los derechos fundamentales como ser vivo, nos vienen regalados por naturaleza.El derecho a nacer, el derecho a tener alma, el derecho a ser hijos de un Dios, el derecho a vivir y el derecho a morir; todos nacemos para morir, es una ciencia exacta y no hay mayor realidad que ésta. Por tanto aprovechemos el legado y la suerte de haber nacido, bien como hombre y/o mujer, hay que aprovechar nuestro tiempo en hacer lo que creemos que tenemos que hacer. Si nos equivocamos intentemos rectificar, sopesemos dónde dimos un mal paso para ponernos nuestra escayola mental que lo arregle a nuestra manera y darle la vuelta a la tortilla hasta que quede a nuestro gusto.De los fallos se aprende y de los aciertos también. Hay una frase que dice que los caminos de Dios son inescrutables. Los de Dios puede, pero los nuestros se pueden solucionar. Donde yo veo un fallo, tú puede que veas cuatro fallos y mi percepción no es la tuya. Es fácil decirlo, pero hay que intentarlo: Ponte en el lugar de tu amigo, tu novio, tu prima, tu vecin@… piensa. Piensa lo que la verdad esconde, ¿la tuya o la mía? mejor todas las verdades.Busca el prisma y dale la vuelta las veces que hagan falta, busca tu significado a los problemas, entiéndelos y súfrelos. Después date una oportunidad en cuanto sea posible, para más tarde, de forma sosegada y con artículos convincentes hacia tu mente, exponle todas las situaciones. Quédate con la que más se ajuste a tu personalidad y comete el acierto o el error de tu vida. Hagas lo que hagas definirá tu existencia hacia un lado o hacia otro. Pide consejo, no estás sol@. Pero la decisión final es sólo tuya y el segundo paso serás tú quien lo dé siempre.No hace mucho hicimos una breve mención a los valores emocionales. Estos valores dijimos que alimentan nuestro valor social cada día. Basamos los valores una locomotora (nuestro yo) con varios vagones cargados de:justicia, responsabilidad y respeto en el primer vagón. ¿Qué sería de nosotros sin unas leyes establecidas (Justicia) con una responsabilidad civil y moral y un respeto hacia las mismas y hacia nuestros semejantes?, El respeto como se dijo era la clave fundamental tanto en los valores emocionales como en los fundamentales.Pero este respeto que aquí mostramos es un respeto interno hacia nuestro propio yo y hacia los actos que haremos durante nuestros días de vida. No se juzga si uno es bueno o malo, no somos jueces de las personas, estamos en este mundo para aprender muchas cosas. Aprendamos todos de todos. Si alguien tiene que juzgarnos no será ni nuestra madre ni nuestro jefe, será quien nos esté esperando al otro lado de la ventana por la que miramos desde el día que nacemos hasta el día que morimos. Uno de los regalos de la vida que es predecible para el ser humano es morir. Alarguemos ese momento viviendo esta vida como lo que es “única en su especie”. El hacer el bien o el mal dependerá de cómo queráis vivirla o cómo deseéis tener vuestra alma: en tensa calma o en paz.Debemos seguir viviendo, conociendo, aprendiendo y saboreando lo que hacemos, ya que de todo se aprende. Enfocar los golpes y los sinsabores con optimismo hacia el camino del aprendizaje. Y con todo lo aprendido, dar cuentas a quien haya que darlas al final del trayecto. Recordar siempre que hay “un Viaje a la Vida” que es de ida pero sin billete de vuelta. Por tanto hay que aprovechar el viaje al máximo y aprender todo lo que se pueda… que para hacer balance y dar cuentas a Dios, habrá que recordar primero todo lo que hicimos mal e hicimos bien durante dicho proyecto: de vida.