En mi caso el reto es… cocinar. No quiero aburriros con el plan de acción que me he propuesto pues sólo me sirve a mí ya que cada uno diseña el suyo. Tan sólo os voy a dejar aquí un pequeño listado de los para qué. ¿Para qué me sirve aprender a cocinar?
Como ya sabéis los para qué son la chispa que provoca la explosión de la intención contenida y la convierte en acción.1.- Para ser autosuficiente. Ayuda mucho saber que soy capaz de alimentarme bien sin depender de nadie. 2.- Para despertar los sentidos. Trabajar en la cocina me hace oler, gustar, tocar e incluso escuchar los sonidos de los alimentos. ¿Vivir el momento?3.- Para ser ordenado. Prepararlo todo, poner en marcha un método y tener la satisfacción de cumplir plazos y expectativas me sirve para reconocer las ventajas de la aplicación de un orden. 4.- Para compartir. Cocinar para uno está bien pero mejor aún si lo haces también para los demás. Es una manera de demostrar mi afecto a los comensales. 5.- Para trabajar la creatividad. Ideas e imágenes que se pueden reflejar en la cocina. Es un buen entrenamiento para mejorarla. 5.- Para ser agradecido. Porque somos pocos los que podemos permitirnos el lujo de disfrutar de comidas variadas. Cocinando reconozco el valor de cada ingrediente y agradezco el tener acceso a el. 6.- Para ser humilde y poder asumir las críticas, escuchando con atención las recomendaciones. No es fácil cocinar. Y es muy fácil meter la pata. En este mundo hay grandes expertos dispuestos a ayudarme si quiero escuchar de verdad. Hay más pero no quiero ser pesado. Podría aumentar el listado pero eso os lo voy a dejar a vosotros. Cocinar está siendo mi reto. Hay otros retos cuya relación de motivaciones, de para qué, podrían ser las mismas.
¿Cuál es tu reto y cuáles son tus para qué? Cuéntamelo.