Sinceramente, nosotros cuando vimos el percal, tras haber disfrutado de la playa de agua dulce del Lago de Sanabria el día anterior, estuvimos a punto de coger el coche y buscar otra ciudad donde pasar las vacaciones, cancelando esta estancia, y casi con un ataque de nervios, porque no se nos ocurría nada que hacer y el niño no tenía por qué estar encerrado en casa todos los días (ni nosotros tampoco). El pronóstico daba lluvia todos los días excepto el último, y nosotros pensábamos pasar este último en Zamora, así que... pero finalmente mis padres nos tranquilizaron y nos llevaron en plan tiendas el primer día, con una corazonada de que el tiempo cambiaría el día siguiente, y más o menos así fue.
Aquí algunas fotos de Pontevedra pasada por agua el primer día. Bella, cuanto menos.
La Plaza de la Peregrina, en 360º.
La misma fotografía pero editada como un rabbit hole.
La torre de la Iglesia de la Peregrina, que ya conocéis de noche.
Y un rinconcito más por allí.