Revista Política

Populismos varios: Las patrullas de guardia urbana en el metro de Trias

Publicado el 12 agosto 2011 por Trinitro @trinitro

Populismos varios: Las patrullas de guardia urbana en el metro de Trias
Xavier Trias ha puesto a la Guardia Urbana a patrullar por el metro. En Barcelona habían aumentado los hurtos y pequeños delitos en el metro. Es cierto que Barcelona tiene fama de que a los “guiris” les roban, aunque no es cierto que comparando datos de victimización en la ciudad sean más altos que en otras ciudades de Europa (de hecho, en Madrid, Valencia, Turín, Florencia, Roma, París, Milán, Berlín, Londres y excepto las ciudades de los países nórdicos, hay más atracos y robos por habitante que en Barcelona, no digamos ya por visitante).

El hecho es que ante ese problema el flamante alcalde Trias ha tenido una solución, si hay ladrones en el metro, la guardia urbana que baje al metro a controlar.

La policía de uniforme patruyando tiene tres efectos uno más importante que los otros, el primero desincentiva el delito por estar presentes, el segundo permite atrapar “in situ” a un delincuente. Pero sobretodo, el personal se siente más seguro.

Ni más detenciones, ni menos delitos

No nos engañemos. La medida efectista tiene una eficiencia cercana a cero. Y me explico.

La “sensación de seguridad” que tenemos los ciudadanos ante los pequeños delitos por la presencia policial no es del todo real. Para un delincuente ver un urbano en su vagón lo que hará es que se bajará, esperará el siguiente metro o se introducirá al siguiente vagón y realizará el hurto allí, ya que los ladrones que operan en el metro no actúan si son descubiertos (con o sin policía) antes de realizarlo (si un ciudadano les recrimina algo se bajan del vagón), y siempre operan de tapadillo. En general la víctima se da cuenta del robo unos minutos después.

Es decir, como no puedes poner policía en todas las estaciones donde los turistas pasean (y en Barcelona no son pocas) y mucho menos en todos los vagones, los ladrones van a actuar siguiendo otras pautas pero pudiendo operar.

Tampoco esperemos que haya muchas “capturas” de delincuentes por el hecho de estar allí dentro. Más allá de alguna captura ocasional el ladrón va a seguir operando intentando que su acción sea de tapadillo. No son ladrones que actúen a punta de navaja amenazando (algo que llama mucho la atención de todo el metro) sino que empujan con disimulo y roban los bolsos y bolsillos intentando apropiarse de carteras. Cuando han realizado la acción los ladrones suelen evadirse con disimulo antes de que la víctima se de cuenta.

De hecho, cuando alguno de estos descuideros se les ha pillado “in fraganti” en general es muy difícil demostrar cualquier acto delictivo, solo han estado acorralándote de forma disimulada. En general se les pesca “antes” por parte de la víctima con la sensación de que están haciendo algo raro pero sin tener muy claro “el qué”. Habiendo un policía en la siguiente estación la víctima puede llamarles, pero, ¿qué delito han cometido los ladrones? aún ninguno, y no hay pruebas que evidencien ningún acto delictivo. Sí, la policía podría echarles del metro por no llevar billete, ¿y que ganamos con ello? Que un robo fallido se transforme en tener que colarse en la siguiente estación en lugar de esperar al siguiente metro.

Ineficiencia en la patrulla en el metro

A todo esto hay que añadir un tema. Una pareja de policía dentro de una estación de metro es muy ineficiente. Me explico, en la estación pueden controlar andenes y los que suben y bajan, pero tampoco de forma muy clara. Cuando hay grandes aglomeraciones, los propios policías tampoco pueden ver todo lo que ocurre, y los chorizos no actúan cuando hay poca gente y por tanto su actuación quedaría al descubierto. Necesitan las aglomeraciones que es cuando las víctimas se despistan más. Cuando en el andén solo eres tú y tres tipos con pinta de pocos amigos y con estéticas muy parecida te salta en la nariz si justo los tres se sientan a tu lado antes de subir al metro, es cuando el anden va cargadito que pueden rodear a una persona para robarle de forma descuidera.

Mientras esos policías en la estación van a poder controlar parte de los que bajan y suben (los que están más cerca de su posición, que no van a ser los delincuentes), y no todo el metro.

Una patrulla en superficie contempla más territorio, puede ver más gente, puede actuar en zonas con más eficiencia y tiene más posibilidades de encontrarse con una actuación criminal por casualidad. En el metro las patrullas están vendidas, los chorizos se informan por SMS fácilmente donde están las patrullas, no actúan delante de ellas, las tienen controladas. En cambio en superficie es muy difícil que esa información la tenga y por muchos compinches que den “el agua” no son tan fáciles de localizar.

Pillarlos infraganti, acumulación de delitos y trabajo de investigación

Los hurtos en el metro no se acaban por pescar de vez en cuando a un chorizo en plena actuación, o porqué hayan patrullas en el metro. Un hurto tiene pocas consecuencias judiciales, una detención de unas pocas horas y un expediente, punto. Con “pescarlos” el problema no se acaba. Tal y como se realizó con una banda rumana que realizaba hurtos en el metro, se hace con labor de investigación seria, realizada durante meses (antes de que a Xavier Trias le diera por enviar las patrullas al metro) no con patrullas bloqueadas en el metro.

Para eso necesitas, policía secreta (y no Guardia Urbana, sino Mossos d’Esquadra), investigación, acumulación de pruebas y un trabajo policial serio no “poner patrullas en la calle”.

Si hay patrullas de la GU en el metro, no las habrá en la superficie

Ya lo he comentado antes, una patrulla policial en el metro es muy ineficiente, en superficie cubren más terreno y pueden atender a más potenciales actos delictivos. Una cosa es querer controlar un día determinado por celebraciones deportivas o situaciones de riesgo que en el metro no haya tumultos y por eso es bueno que haya policía controlando los accesos, que lo puedes hacer ocasionalmente retirando dispositivos de otras funciones y otra es pretender que eso es sostenible. No existen millones de policías, ni tan siquiera sería bueno tener que destinar cantidades absurdas de presupuestos a seguridad ciudadana. Se trata de sacar el mejor partido de los presupuestos que tienes y conseguir la máxima rentabilidad social.

Creer que un problema de seguridad X siempre justifica la inversión en más policía (que sí, hacen falta más Mossos en Barcelona, pero nunca tendríamos suficientes para las patrullas absurdas que pretende que haga el alcalde Trias), es obviar que esto nos puede llevar a situaciones absurdas.

Por tanto, si decides que pones parte de tus efectivos a patrullar el metro, esto implica que no estarán en los barrios, o en la superficie de las zonas turísticas donde se realizan más delitos y los policías tienen más posibilidades de actuar de forma eficiente.

Abajo en el metro, la solución son cámaras que registren y consigan pruebas, seguridad privada que es mucho más barata y además se centra en evitar actos de incivismo de otro tipo (como colarse en el metro) y sobretodo policía de paisano que sea capaz de atrapar a los delincuentes en el acto y conseguir las pruebas que permitan relacionar el hurto con otro delito de mayor calibre.

O eso.. o aspiramos a cambiar la ley penal y hacemos del hurto un delito punible con prisión, pero entraríamos en otro debate.

De cara a la galería

Como Trias nos tenía acostumbrado en la oposición, en el gobierno ha aplicado una medida populista, ineficiente y cuyo único objetivo es hacer ver “que se está haciendo algo“. No ha querido hacer caso a los expertos en seguridad de la policía y ha dado una orden de esas que a algunos alcaldes les gusta dar “a su policía urbana” y les ha enviado a patrullar el metro. Aún conociendo todas estas objecciones a Trias le interesa más que “la gente crea que está haciendo algo” a realmente solucionar el problema. Ha tenido que ser el trabajo de investigación y funcionamiento policial serio que YA se había iniciado antes de que él fuera alcalde (que lo ha sido a inicios de este mes de Julio) y antes que las patrullas estuvieran bajo tierra, el que ha dado al traste con una banda de chorizos, no sus “patrullas en el metro”.

Es igual, el mismo entorno mediático que ha querido dibujar la ciudad de Barcelona como la ciudad sin ley (más conocido como el entorno del señor Godó) le dibujará como el salvador de la pequeña delincuencia de la ciudad.

A todo eso… los datos de criminalidad nos darán otra foto bien diferente, una estabilización de esta durante el 2010, un trabajo realmente serio bajo las directrices políticas del equipo de gobierno de Hereu que ha llevado ya en dos ocasiones a desmantelar las bandas de carteristas en el metro, pero eso… ¿realmente a quien le importa?. Lo importante es tener a los “polis” ocupados en el metro.

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