Con Popurrí de referencias literarias (I) destapamos una pequeñísima parte de la literatura que se esconde en el indie patrio. Hoy, seis meses después, volvemos con uno de los grupos que citamos en mayo y que bien se merece que le dediquemos el artículo entero. Estamos hablando de Dorian, que como bien sospechabais algunos, coge el nombre de uno de los relatos más famosos de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray. Si os parece, resumiremos el contenido de la narración en un párrafo o dos y después pasaremos al por qué de la elección como nombre de la banda.
El relato de Wilde cuenta que el artista Basil Hallward queda tan impresionado por la belleza del joven Dorian Gray que comienza a admirarlo y ello lo lleva a pintar un retrato del joven. Será en el jardín de Basil donde Dorian conocerá a Lord Henry y empezará a cautivarse por la visión del mundo que este le expone: “lo único que vale la pena en la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos”. Al comprender que un día su belleza se desvanecerá, el joven Dorian deseará tener eternamente la edad de cuando Basil le pintó en el cuadro. Extrañamente, mientras él mantiene la misma apariencia y juventud del cuadro, la figura retratada irá envejeciendo por él. Su obsesión lo llevará a cometer una serie de actos de lujuria que caerán en forma de castigo sobre el retrato, que envejecerá y se desfigurará sin salvación.
Imagen del filme. Gray acariciando su retrato.El retrato de Dorian Gray presenta el tópico universal de la eterna juventud, pero el tema central de la novela es el narcisismo, latente en el personaje principal que posee esa excesiva admiración por sí mismo. Hedonista, narcisista, superficial… Un personaje muy de las dos primeras décadas del 2000 que Dorian (banda) quiso adoptar como nombre en honor a la obra de Wilde y en representación de la época que les ha tocado vivir.
Si hace medio año hablábamos de Los amigos que perdí por las referencias a Proust, Cervantes y Ducasse; hoy hablaremos de Arrecife y de Malcolm Lowry, Ícaro y Neruda. Recordemos unas estrofas de la canción:
Hemos vivido bajo el volcán,
hemos cruzado el mismo desierto.
Sé que aprendiste a escribir versos
cuando empezaste a sumar inviernos.
Aunque los años pasen
no apagarán tu voz.
No recojas tus alas negras
cuando vueles hacia el sol.
Arrecife en tus ojos,
arrecife si no estás,
arrecifes los días grises,
arrecife si te vas.
Hoy tienes una frase preparada
para zanjar cualquier discusión,
una canción desesperada,
una enciclopedia de la desolación.
No penséis en Love of Lesbian cuando leéis “bajo el volcán” en el verso porque Marc y los suyos tenían como obra de referencia la novela homónima de Malcolm Lowry cuando compusieron la canción. La de Lowry es una novela ambientada en México –en parte autobiográfica– que narra lo que le acontece a Geoffrey Firmin, un excónsul británico alcoholizado y profundamente desencantado del mundo. Recomendable como todos los libros que gozan de prestigio.
El verso de “no recojas tus alas negras cuando vueles hacia el sol” nos hace pensar en Ícaro y su trágica historia, ¿la conocéis? Rescatémosla de vuestra memoria.
Con la esperanza de poder escapar del laberinto de Creta, Dédalo –padre de Ícaro– le construyó unas alas con las plumas que iban perdiendo las aves que por allí pasaban. Se sirvió de la cera de las abejas para pegarlas a la espalda de su hijo y, antes de despegar, le advirtió que no volara demasiado alto porque, si se acercaba al Sol, la cera de sus alas se derretiría y caería; asimismo, le dijo también que no volara demasiado bajo porque las alas se le mojarían con el agua del mar y le pesarían demasiado para poder mantenerse en el aire.
Al principio, Ícaro siguió los consejos de su padre y voló a su lado, pero a medida que avanzaban fue cogiendo seguridad y, olvidándose por completo de las advertencias, voló hacia el sol. Tal y como había dicho Dédalo, la cera se derritió e Ícaro cayó al mar y murió ahogado (la isla donde fue sepultado recibe hoy el nombre de Icaria y el mar que la rodea se llama mar Icario).
Representación de Ícaro cayendo.Y para terminar, hablemos de la referencia más clara, esa “canción desesperada” en alusión al título de uno de los poemarios más populares de Pablo Neruda.
Portada de una de las ediciones del poemario de Neruda.Si de una canción de 4:04 hemos extraído tres referencias literarias, el día que nos pongamos a analizar la discografía entera podrán convalidárnoslo por el TFG de Literatura Comparada, ¿no estáis de acuerdo?
Escrito por
Antònia Fontirroig