Revista Cine
Esta nueva aventura de Sláine se sitúa bastante después de lo último que vimos del mítico rey celta recreado por P. Mills, aunque las cosas parece que han cambiado poco pues este relato parece una versión del dibujado por Bisley, que es anterior a lo último que se publicó aquí, que es lo de Boudica. Esto es así porque el guionista inglés volvió a retomar aquí con imaginación y desparpajo el Libro de las Invasiones, el relato mítico cristianizado con el que los irlandeses medievales se explicaban su Prehistoria. Así, no es una adaptación. No lo es porque P. Mills lo reformó mezclando la última de las 6 invasiones que Irlanda sufrió antes de la vikinga, aquella en la que llegaron las últimas tribus celtas que arribaron a la isla esmeralda, quizás huyendo de Roma (desde España, Francia o la isla de Gran Bretaña), con cuentos sobre los atlantes y mitos babilonios. Así y con su habitual ironía, crueldad, sordidez y un poco de machismo el guionista inglés consiguió un relato entretenido y fluido pero ligero y repetitivo pues todo es una sucesión de combates y duelos entre los mismos bandos y los mismos personajes. Así que se lee con agrado pero no deja con ganas de más o de releer. Cosa que se agrava más si uno no llega virgen a este integral pues la historia es tremendamente parecida a la que Mills y Bisley contaron en la popular historia El Rey Cornudo (mejor sería astado ya que no tiene 2º significado y asta es como se llama al cuerno del ciervo) que se inspiraba en la 4ª y 5ª invasiones de Irlanda.
De todos modos sospecho que la cosa no sería tan monótona si hubiese contado con otro "dibujante". Lo pongo entre comillas porque Langley no lo es. No lo es porque considere que es malo como tal sino porque no dibuja. Lo que hace Langley es photoshopear. Al principio sobre las fotos "pinta", pero al final a lo que se dedica es a hacer una fotonovela aprovechando que hoy hay Photoshop así que se pueden hacer cosas en las fotos que otrora no. Por tanto el resultado no es Cómic. Además , es pobre y desacertado. Lo 2º es porque la fotonovela es grotesca y artificial porque obliga a los actores a sobreactuar y lo 1º es porque Langley, a pesar de que tiene una cámara de fotos y un ordenador, es incapaz de generar perspectiva, de narrar en viñetas o de representar con verosimilitud los cuerpos de musculaturas hercúleas de los hombres y de hiperfemenina belleza de las mujeres propios de la Espada y Brujería. Así, no se gana nada. Los fondos son falsos y aplastados y lo que predomina son los 1º planos. Por tanto no es la mejor manera de representar batallas y combates. Lo que se gana en realismo en cuanto a lo material se pierde en la ausencia de perspectiva, en unos fondos pobrísimos y en la forma tosca con la que se representan las posiciones que los actores no podían hacer. Así, por ejemplo, el cuerpo de las mujeres es irreal ya que, entre otras cosas, sus tetas son deformes y no suelen estar bien puestas. En fin, el resultado en mi opinión es absolutamente penoso porque se pierde mucho respecto a lo que se podía conseguir con un dibujante. Langley narra en viñetas muy probremente porque las fotos no son tan versátiles como la capacidad de dibujar y estas no resultan tan verosímiles como los dibujos cuando lo que hay que representar es imaginario. Además, el dibujante inglés está muy sometido a Bisley pues constantemente le cita recreando con fotos photoshopeadas sus potentes viñetas y su pobre forma de narrar. Así que el apartado gráfico es penoso. Las fotos photoshopeadas no es la mejor manera de representar lo fantástico, la fotonovela no es el medio adecuado para representar una historia llena de acción y Langley no es un virtuoso ni del Photoshop ni de la fotonovela.
Así pues este integral es sólo entretenido por lo que su precio, aunque justo industrialmente, es demasiado caro para lo que da, que si no fuese por el torpe de Langley no sería poco. Además, el integral son 6 relatos en los que los 2 últimos son malos. El penúltimo transgrede los límites que la decencia y la educación imponen a la repetición y al estiramiento de las historias y el 2º es una bobada en donde Langley está más vago que nunca. Probablemente es la peor historia de Sláine. Desde luego es la peor que se ha traducido al castellano.