A cuatro años del estallido de la crisis subprime en Estados Unidos, que desencadenó la actual crisis financiera, la Fed y el BCE se han convertido en los prestamistas de última instancia de la banca. Desde hace tres años, tras la quiebra de Lehman, la Reserva Federal de Estados Unidos ha entregado en secreto 16 billones de dólares a la banca europea y estadounidense, y hoy estas instituciones se han hecho completamente adictas a las inyecciones de la Fed y el BCE. Este es un mecanismo que trasgrede los propios principios del BCE, pero que el BCE los ejecuta para mantener a la banca a flote; total, al otro lado del Atlántico, la Fed hace exactamente lo mismo. El problema es ¿Cuánto tiempo puede mantenerse esta situación?
Lea el artículo en El Blog SalmónUna mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización