Escribe Isidoro Valerio:
«La impopular decisión del gobierno portugués de implantar un telepeaje en las autovías lusas del norte debería generar una importante respuesta social, pero mucho me temo que todos acabaremos comprando el dispositivo. Y todo, a pesar de que, en los próximos meses, cabe esperar que el sector turístico portugués se resienta por el rechazo que tanto aquí en Galicia, como en el resto de España y en todo Portugal generará una medida como la de cobrar por circular por autovías, hasta ahora, libres de peaje. ¿Cuántas veces hemos de pagar las autovías?.
La medida del gobierno portugués, que ya afecta a las principales vías de acceso a Oporto y su aeropuerto es en cierto modo como un retorno al pasado y a aquellos tiempos en los que la frontera cerraba durante la noche y era necesario esperar al día siguiente para cruzar el Miño. Menos mal que la pasada semana nos enteramos de que la Dirección General de Transportes de la Comisión Europea anunció estar ultimando la apertura de un procedimiento de infracción contra Portugal por el distinto trato que supondrá para distintos países comunitarios la implantación de peajes en las autovías. Y es que parecen existir indicios de que Portugal no ha traspuesto correctamente una directiva europea y podría conculcar el artículo 3 del Tratado de la Comunidad Europea, sobre la supresión de obstáculos a la libre circulación entre los ciudadanos y mercancías de los países miembros, al obstaculizar el comercio intracomunitario Además, la medida, podría suponer la discriminación a las matrículas extranjeras al aplicarle el sistema único de abono mediante un dispositivo electrónico, que podría ser contrario al artículo 7 del Tratado que prohíbe discriminación por nacionalidad»...
[+] Voy a cien