Revista Coaching
Acabo de comer. En casa tienen puesto el telediario (cada cual es libre de ver y escuchar lo que precise). Yo aprovecho el momento para ponerme los cascos con música relajante o escuchar ese final de conferencia que me quedó por cerrar hace unos días. Lo hago con los ojos cerrados. Por el sentido de la vista se acumula mucho estrés. Cierras los ojos y te diriges a un remanso de paz :-). Los abro unos instantes y veo a un par de políticos expresándose desde el mundo de las emociones bajas, con sus entrecejos fruncidos y moviendo enérgicamente sus manos; en algún caso señalando "errores" con el dedo. Sus seguidores les aplauden triunfalmente. Todos, políticos y seguidores, están también en su derecho de estar ahí.Cierro de nuevo los ojos y vuelvo a mi remanso de paz :-)