Revista Infancia
Hay veces que desconocidos te sorprenden gratamente...este verano pusieron una gimkana de hinchables en la piscina del camping,todos los años un dia los montan...el año pasado Natalia la pasaba sin problemas pero este año era muy dificil...pero le damos,por supuesto,la oportunidad de intentarlo y la ponemos en la fila con todos los niños.Cuando le toca,papá la ayuda pero él resbala y cae al agua con Natalia...yo la subo para que vuelva a intentarlo,esta vez sola...pero es dificil y le cuesta,se para en medio y se bloquea,se paraliza y no puede seguir,dificultandole el paso con eso a otros niños...no nos da tiempo que papa o su tete vaya a su rescate cuando una chica,una monitora,se quita la camiseta y se lanza a por ella...pero no para rescatarla como pensé al verla,sino para darle instrucciones para que continue...cree que mi hija puede hacerlo y nos lo demuestra:"Natalia sigueme...pon el pie aqui...arriba...muy bien..ahora de rodillas...mirame...tu sola...que bien lo haces...pon la pierna como yo...asi,sigueme...."y Natalia termina la gimkana SOLA,lanzandose por el tobogan final como una campeona,con su hermano esperandola abajo,aplaudiendola,orgulloso de ella..., siguiendo a esta chica que la guia a la perfeccion sin ser su responsabilidad,ya que su labor era vigilar que los niños no se colaran ni empujaran en la fila...y es que hay personas buenas en todas partes y mi hija tiene la suerte de cruzarselas...mi campeona,a veces no necesita que le den la mano,solo que le marquen el camino y que confien en que ella PUEDE.Ojalá hubiera más personas como esta chica,que confien en los niños con TEA (sabía que Natalia tenía autismo porque se lo dijimos por si había algun problema),pero los padres de niños con TEA sabemos que és dificil y nos encontramos demasiadas veces con situaciones contrarias,sistuaciones en las que los desconocidos suelen creer que el autismo es una limitación para muchas cosas...tal vez sin ayuda y sin recursos,lo sea...pero poco a poco,esta sociedad empieza a concienciarse y para mi,cruzarme con personas que tiendan ayuda desinteresadamente a mi princesa,és un placer del que me siento moralmente obligada a reconocer y agradecer.
GRACIAS a todos los que cuando os encontrais a un niño con autismo,nos sonreis aunque sea en medio de una rabieta,tolerais con tranquilidad y sin hacer juicios sus comportamientos inadecuados,comprendeis sus dificultades aunque no las entendais y sobretodo,les tendeis...nos tendeis la mano.