Si es tu primera visita, me gustaría darte la bienvenida que te mereces.
Era algo que esperaba desde hace mucho tiempo. No es la primera vez que hablo de MovNat, hoy día la empresa líder en educación física natural, y es que en esta aventura que algunos hemos iniciado de recuperar y desarrollar los fundamentos del Método Natural de Georges Hébert, la compañía fundada por Erwan Lecorre es la que lleva la iniciativa a nivel mundial. Después de mucho esperar mientras veíamos que MovNat no paraba de organizar seminarios y talleres por el resto de Europa, Xavi Sancho -mi compañero- y yo no nos lo pensamos dos veces al enterarnos de que venían a España. ¡Teníamos que estar allí!
Lo que me llevo de estos dos días no es poca cosa, pero intentaré hacer un resumen.
Como dije hace unas pocas semanas, el Método Natural no es algo que se pueda practicar de un día para otro, al tuntún. No vale eso de “bueno, me voy al campo, me subo por cuatro árboles y tiro un par de piedras”. No tenemos ni idea de cómo movernos en un entorno más natural, si lo intentamos de un día para otro corremos el riesgo de lesionarnos o simplemente podemos encontrarnos muy limitados, y por ello son necesarios un aprendizaje, una adaptación previa y un entrenamiento, lo que yo llamaba rehabilitación natural.
Esta rehabilitación no es sólo cuestión de técnica, no se trata únicamente de comprender y aprender posturas y gestos que no solemos realizar; hay que estar físicamente preparado para realizarlas. Permanecer un buen rato viviendo a ras de suelo a base de gatear, caminar agachado o reptar, caminar por superficies irregulares mientras cargas un saco de 20kg, dar un salto para después aterrizar en una superficie realmente pequeña o voltear un árbol viajando colgado de rama en rama, son actividades realmente intensas, y más cuando las enlazas una detrás de la otra en forma de circuito -lo que ellos llaman combo.
Así que la progresión más eficaz y segura es empezar con una buena técnica y preparación física para luego, paulatinamente, ir realizando viajes y exploraciones al campo y ver cómo nos las ingeniaríamos para movernos en un entorno más natural, salvaje, desconocido, y acabar jugando de manera improvisada y extremadamente variada.
Cómo no, el Método Natural -y MovNat en este caso- no es sólo una forma de hacer ejercicio. Detrás hay una filosofía y una manera de entender la vida y la actividad física. Es muy curioso cómo, a primera vista, a ninguno de los casi 20 asistentes nos interesaba si un ejercicio trabajaba el pectoral o el bíceps, si se adelgazaba más o menos al hacer esto o lo otro, si MovNat podría mejorar nuestros resultados y rendimiento físico. Nada de eso. Lo único que queríamos era re-aprender a movernos y saber cómo aplicar todo ese movimiento en un entorno más natural o, como decía el propio Hébert, ser fuertes para ser útiles.
Obviamente, la mentalidad anti-competitiva de Hébert no dejó de estar presente en ningún momento. Del mismo modo que nos importaban tres pepinos los resultados estéticos o de rendimiento, creo que todos los que participamos teníamos claro que el Método Natural fomenta una sociedad cooperativa, por lo que no nos costó ni diez minutos sentirnos como en casa, como si fuéramos una familia. En los dos días no hubo ni un atisbo de competición, ninguna carrera para ver quién era el más rápido, ningún levantamiento para descubrir quién era el más fuerte. Sencillamente nos daba igual. Lo que sí hubo fue compañerismo, ayuda entre los unos y los otros, cooperación en varios ejercicios en equipo, respeto por encima de todo y, sobre todo, muchas risas. En definitiva, algo que alimenta mi esperanza de que tarde o temprano eso que conseguimos 20 personas se pueda lograr en sociedad: 0% competitividad, 100% cooperación.
Y para acabar no puedo dejar de dedicar una especial mención a nuestro instructor, Joseph Bartz, y a su auxiliar, Madeleine. Siempre he pensado que la mejor manera de enseñar y transmitir es a través del ejemplo, y en esto Joseph es un verdadero maestro. Uno puede ser un crack de la teoría, un sabio del conocimiento, pero si no se pone en práctica lo que se dice… algo falla. Sin embargo, además de ejecutar a la perfección todos los movimientos y técnicas que nos enseñó, Joseph transmitía esa pasión, esa confianza, esa seguridad que tan necesarias son para el alumno de percibir en un profesor.
Realmente compartir este workshop con MovNat, Joseph y cada uno de los participantes ha sido una de las mejores experiencias que he vivido, a la vez de ser hasta ahora el mejor seminario sobre actividad física al que he asistido -recuerdo todavía la de tonterías que llegué a practicar en otros tantos talleres de fitness convencional hace ya algunos años. Así que no puedo hacer más que dar las gracias a esa pequeña familia que formamos durante el fin de semana. Ha sido un verdadero placer.
A ti lector, no puedo hacer más que animarte a seguir descubriendo el Método Natural y que practiques a diario los ejercicios básicos para los que has sido concebido -caminar, correr, saltar, trepar, gatear, etc. Ahora ya somos unos cuantos aquí en España que intentamos transmitirlo; no te costará encontrarnos. De momento, te dejo con una demo de Joseph Bartz en plena acción, aunque recuerda: primero adaptación y rehabilitación, y luego exploración del mundo salvaje.
¡Salud!