
1. La marca Pese a que todas las potingueras conocemos la marca de sus famosísimos coloretes, entre otros productos, profundicemos como siempre un poco en ella. De nacionalidad americana, la marca fue creada por Marissa Shipman, una estudiante de artes de Nueva Orleans que llegó a la conclusión de que quería hacerse sus propios productos de maquillaje. Para eso, compró 111 libros en Amazon (os juro que eso es lo que cuenta la página oficial, no sé si es una errata o que a la marisa se le fue la pinza)...y empezó a experimentar en su propia cocina. Pese a que su carrera no ha estado exenta de éxitos profesionales como directora de teatro o guionista, Marissa decidió seguir su pasión por el tema, fundando la marca The Balm. Se rodeó de otras mujeres con iniciativa, como una diseñadora gráfica, una graduada en finanzas (marketing) y varias maquilladoras...y así surgió esta marca de imagen y productos tan fascinantes.
Jovencita y la mar de mona, la muchacha!
2. Los productos



Pero, monerías aparte, aquí es donde viene lo bueno: el producto en sí es precioso, fácil de usar y con unos resultados asombrosos...Miren los destellitos que tienen ambas...


...y sus chuaches, con distintos tipos de luz.


3. Consejos de uso...una teoría mía. ¿Recuerdan otros famosos iluminadores en formato líquido que empezaron también con un par de versiones (aunque ahora tienen más)? Me refiero al famoso High Beam y su versión para pieles morenas, el Moon Beam, ambos de Benefit. Pues aquí tienen las versiones en polvo: Mary Lou queda precioso en pieles claras y Betty Lou realza espectacularmente el dorado de las morenas, dando luz a las pieles más cetrinas. Esto no implica que no puedan usarlos indistintamente, yo por ejemplo, de Benefit solo tengo el High Beam que se aconseja para pieles claras, y me veo favorecida con él. Pero probablemente, el Moon también me gustase. En este caso, me gustan ambos, en versiones diferentes:
- Cuando uso un look en tonos fríos (verdes, azules, grises, morados...), utilizo el Mary-Lou
- Y si el look es en tonos cálidos (marrones, oro, naranjas, rojos...), prefiero utilizar el Betty-Lou.
Esta "discriminación" de uso hace que se cree una armonía entre los tonos usados que, a simple vista no es evidente (es más, pienso que un iluminador no debe ser evidente jajaja!)...pero que esta ahí, dando un halo bonito y elegante al conjunto final del maquillaje. Por cierto, yo los uso bien con brocha mofeta, o con brocha sesgada...y los resultados son más discretos en el primer caso, y más marcado en el segundo. Depende de lo que vayamos buscando.
Más adelante me gustaría enseñarles en un post un ejemplo de lo que digo con un par de looks, ¿les apetece?
Un besazo!