Revista Salud y Bienestar
En estos días tuve ocasión de acometer el inhumano papeleo -por inoportuno y abultado- que, coincidiendo con el fallecimiento de un padre, se ha de acometer cumpliendo con los formalismos de los impuestos de sucesión (autonómico) y la plusvalía (municipal).
Son días en los que el luto no te impide tener que acudir a citas con: -. el notario -. el registro civil -. el registro de la propiedad -. el ministerio de justicia -. la delegación de hacienda de la comunidad -. el servicio de gestión de tributos del ayuntamiento -. la seguridad social ... entre otros... (porque hay más)....
La idea de acudir sin cita a cualquiera de estos lugares ni se plantea, por bizarra e imposible... A todos se ha de ir con una cita concertada, si no con más, ya que normalmente has de pedir una por cada gestión, de manera que si heredases 3 inmuebles -póngase por caso y ejemplo- deberás solicitar 3 citas.
Son estas las ocasiones en las que concluyes que el Centro de Salud debe de ser uno de los pocos reductos que quedan, a los que puedes acudir cuando te plazca, como te plazca, y por cuanto se te ocurra y pase por la cabeza...
La frase de hoy no es infrecuente, se escucha alguna vez en la consulta y de boca de aquellos que, tras haberte hablado de 4 o 5 temas distintos, no quieren marcharse sin antes haberte comentado el sexto...