Son innumerables las gargantas que descienden desde lo alto de esta imponente Sierra de Gredos; Arenas, Candeleda, Madrigal, Jarandilla… Cada una de ellas tienen sus peculiares y características piscinas naturales de agua limpia y fresca donde al llegar el verano se represan artificialmente para el disfrute de unos relajantes y refrigerantes chapuzones.
Desde estas saturadas charcas, simplemente levantando la vista, podemos observar los frondosos bosques que encierran estos pequeños valles. Bosques solitarios, tranquilos…. pero a la vez cercanos. Así pues el plan consiste en unir el motivo cicloturista explorador y solitario junto con el “dominguero” que busca una naturaleza “artificial” rodeado de chiringuitos, sombrillas y gentío en estas saturadas charcas que, a su vez, permitirán relajar las cansadas piernas en sus frías aguas.Pincha en la imagen para ver la ruta.
Desde la localidad abulense de Arenas de San Pedro, donde dejaremos el coche, tomaremos la carretera AV-923, dirección La Parra, pero antes de salir del núcleo de Arenas giraremos a la izquierda, hacia el norte en busca del Santuario de San Pedro de Alcántara.
Santuario de San Pedro de Alcántara.
El camino asfaltado es muy usado por los arenenses para dar plácidos paseos, por tanto es posible que nos encontremos con abundante gente en este tramo. Tramo que asciende muy levemente paralelo al Arroyo de Avellaneda, que queda a nuestra derecha.
El asfalto acaba justo a los pies del Monasterio. Estos breves kilómetros habrán servido para calentar las piernas y ponerlas a punto para afrontar esta larga etapa. Tras abandonar el buen piso, y siguiendo recto, el camino se adentra en el Barranco de La Tendera aumentando el porcentaje de ascenso. Estaremos entrando en la zona devastada por el incendio del verano del 2009. De este camino principal, sale a la izquierda a modo de sendero muy técnico y algo peligroso, un ascenso que se agarra a la loma del barranco para conseguir llegar al Collado de la Cruz de la Tendera. Son apenas 700m de camino arroyado por regueros y comido por la maleza, olvidado al tránsito por culpa de las llamas de aquel incendio intencionado que desoló a todos los habitantes de la zona y amantes de la naturaleza. Posiblemente antes de aquel atentado natural, este tramo que zigzaguea hasta en 7 ocasiones, hubiese sido una preciosa subida hasta lo alto de la loma que pretendemos alcanzar. Una vez arriba, nos encontramos en el collado que separa ambas vertientes, este y oeste, dándonos cuenta de que estamos situados en el límite del sufrido incendio. Cuando giramos la vista hacia el este, era desolador, pero en cambio al levantar la mirada sobre el oeste, el valle se levantaba frondoso y orgulloso de su suerte. Aquí se unen varios caminos, nosotros tomaremos el que sale hacia el norte con piso de hormigón que nos irá dejando unas preciosas vistas a la izquierda del Valle del Arenal, con unos bonitos miradores de las localidades de El Hornillo y de El Arenal.
Vista de El Arenal.
La pista hormigonada faldea con un leve descenso y un posterior y tranquilo ascenso, siempre entre pinares que nos llenan de sombra estas primeras horas del día. El camino muere en el campo de fútbol de El Arenal, pero poco antes de llegar a este tomamos un descenso corto y algo técnico hacia la izquierda que nos guiará a otro camino más adecentado. Este nuevo camino esta flanqueado por pequeños huertos de particulares regados por el próximo río Arenas, el cual cruzaremos sobre un puente. Tras salvar el rio ascenderemos hasta el El Arenal por un tramo corto pero de elevada pendiente que nos dejará en la travesía principal de la población. Salimos de El Arenal por la carretera que se dirige hacia el collado de la Centenera, siempre en ascenso. Pronto, tomaremos a la izquierda el camino que nos lleva a la piscina de la población. Antes de llegar a ella nos volvemos a desviar a la derecha, donde nos encotramos un panel explicativo de la senda de pequeño recorrido con la que vamos a coincidir durante algunos kilómetros (PR-AV 20). Seguimos rumbo norte, ganando altura a la Sierra del Arenal.
Panel informativo PR-AV 20.
La parte más dura de la ruta aparece al girar hacia el oeste donde el camino realiza una serie de revueltas que, unido al calor que suele azotar, nos hará sudar y sufrir sobre la bicicleta. Estamos en la ladera sur y el Sol nos pegará de lleno. Podremos parar y rellenar los bidones en una de las fuentes y continuamos el ascenso, ahora ya más tendido e incluso con algún motivador tramo llano. Estaremos muy cerca de la cota máxima de la ruta, con muy poco desnivel por conquistar. No nos debemos confiar puesto que en una revuelta al salvar el Arroyo Zarzoso nos encontramos con una recta firme y ascendente. Serán apenas 200m que, ahora sí, establecerán los 1330msnm, altura máxima de la jornada. Aquí volveremos a encotrar un nuevo panel informativo del PR-AV 20 que invita a serguir faldeando la sierra por un precioso sendero hacia el oeste. Es en este lugar donde nos despedimos de este camino para iniciar una bajada por la falda de la montaña con cinco revuelta que pondrán a prueba nuestros frenos. Un descenso que nos hace perder 150 metros de desnivel en menos de un kilómetro de recorrido.
Pista forestal, al fondo la Sierra de Arenas.
Este descenso muere en una pista forestal adecentada que tomamos hacia nuestra derecha en un ligero ascenso hasta cruzar el Arroyo de los Torneros, donde iniciamos un larguísimo descenso rumbo sur de unos 7 kilómetros pasando por el Collado de la Curandera y dejando unas espectaculares vistas hacia nuestra izquierda de El Arenal.Pronto la pista se convierte en hormigón, a título de carretera forestal, cuando nos acercamos al El Hornillo. Localidad por la que no pasaremos, pero si bordearemos desde las alturas. Dejando una preciosa estampa digna de fotografiar.
Vistas de El Hornillo.
El trazado de nuevo vuelve a faldear con entretenidos y ligeros “subeybaja”, encarmándose a la orografía de las laderas, esta vez a una altura inferior. Vaderaremos algunos arroyos, casi secos en estas fechas estivales. Nos toparemos con una bifurcación de carreteras forestales y tomaremos la que desciende hasta el Puente de la Francisca que salva el Arroyo de Cantos. Aquí rellenaremos nuestros bidones en la Fuente de las Truchas. Desde aquí desciende un camino que llega a la Charca Verde, bonita piscina natural donde podremos refrescarnos de las altas temperaturas.
Charca Verde, El Hornillo.
El homirgón se convierte en asfalto que si siguiésemos hasta el final nos dejaría en El Hornillo. Nosotros a los pocos metros nos desviamos hacia la derecha en un camino que sale en ascenso, empedrado, en busca del Collado de la Casa.
En busca del Collado de la Casa
Tras coronar el collado, donde se localiza un refugio para senderistas en epoca invernal, realizamos un nuevo tramo de faldeo que nos dejará en la carretera que asciende desde Guisando. La ruta tomará esta carretera un poco más abajo, pero antes nos vuelve a separar de ella hacia la derecha en un pequeño ascenso entre pinares para obligarnos a realizar a un bonito descenso por una senda algo técnica.
Sendero de bajada.
Ahora sí saldremos definitivamente a la carretera, no sin antes tener especial precaución, pues el camino acaba en una portela de color marrón que consegue camuflarse entre los troncos del denso pinar.
Arenas de San Pedro al fondo.
Rápido nos topamos con la pintoresca población de Guisando, colgada literalmente de la ladera que la sustenta. Aquí tendremos la opción de descender a Arenas por carretera en apenas 6 km o realizar la parte más bonita de la ruta de 17km. Este último tramo corresponde a parte de la ruta de los “5 ríos” que transita por la bonita Senda de los Pescadores. También podremos refrigerar nuestras piernas en su piscina natural pública y gratuita en la parte alta del pueblo.
Vistas de Guisando.
Si tomamos la segunda opción, iniciaremos la salida por la carretera local AV-713. En el km 3 sale a la derecha y de nuevo en ascenso un camino empedrado que nos introducirá en un denso pinar con algunas subidas y bajadas, anchas todas ellas y con algun tramo completamente tapizado por piñas y hojas de algunos árboles caducos. Así llegaremos al cruce con la carretera que anteriormente habíamos abandonado, a la altura de la Cantina de Miguelito, y seguimos por el Camino Forestal de la Pregonera bordeando el pico Haberes.
Hojas y piñas tapan el suelo.
Este camino en descenso enlaza con el Camino Forestal del Rancho del Burro, siempre bajo un impresionante techo natural en forma de pinar. El cual agradecemos pues es fácil sentir durante la bajada bolsas de aire caliente que nos recordará el calor que debe hacer fuera del pinar. Nuestro trazado llega a una encrucijada de caminos, abandonaremos el camino forestal para tomar la preciosa Senda del Pescador que nos llevará encajonado entre la carrera AV-294, a lo alto de nuestra mirada y el Río Arenas, a la derecha bajo nuestros pies.
Senda de Los Pescadores.
Sendero bonito, algo técnico, estrecho pero bien marcado que por momentos es conquistado por la vegetación y que nos dirige al precioso puente del rio Pelayo. Tras el cual, debemos poner pie a tierra para ascender un breve tramo empedrado que ya supera nuestras fuerzas de hoy.
Puente sobre el Río Pelayo.
El sendero no tiene pérdida y nos deja directamente en Arenas de San Pedro, previo paso por su depuradora de aguas, lo que nos indica que estamos en la parte baja de la localidad y aún tenemos que hacer un pequeño esfuerzo hasta llegar al coche. Esfuerzo recompensado con las vistas que ofrece este precioso pueblo, lleno de vida a lo largo de toda su arteria principal.A la llegada podremos descansar en la concurridas piscinas naturales de esta localidad o tomar el coche hasta Guisando para darnos un merecido baño en su charca y comer para recuperar las fuerzas perdidas.
Charca de Guisando.
Esta ruta tal vez se exceda de tramos de pistas forestales, pero presenta un bonito final. Lástima la primera parte de ascenso al Collado de la Cruz de la Tendera donde el fuego de hace dos años ha impedido en disfrute de la ruta. Anotación a tener en cuenta; es recomendable hacer el inicio y final en Guisando, justo en la zona de su charca. Es una población más tranquila donde podemos meternos en el agua nada más bajarnos de la bicicleta, con una jarrita de cerveza congelada esperando en la barra del chiringuito situado a escasos 20metros. SI TE INTERESAN RUTAS COMO ESTA PUEDES VISITARLAS EN EL BLOG WWW.MOREOCIO.BLOGSPOT.COM