Hola, buenas noches (porque es por la noche, hace rato que nuestro brillante sol se ha escondido por detrás de las cumbres del edificio de enfrente), queridos y amables lectores que me seguís (y si no me seguís, vosotros o ustedes os lo perdéis, o como dicen los castizos manchegos os lo "perdís"). Bueno, pues os cuento, que para eso estoy al pié de mi ordenador: nuestro maravilloso gobierno (lo pongo con minúscula, no se merecen una Mayúscula), digo nuestro gobierno belga no nos deja abandonar "le plat pays", como lo llamaba Brel. Pero ¡oh, sabios conocedores de la especie humana! han decidido darnos libertad para movernos por Bélgica, con lo cual, los trenes de la costa, aprovechando que ha hecho un par de fines de semana excelentes de brillante sol, estaban a reventar, llenos de gente, que de respetar distancias, ni para atrás. Así que, servidor ha decidido pasar del mar y adentrarse por las profundidades de Valonia, la Bélgica francófona.
Aprovechando que en la Abadía de Villers-la-ville había una exposición de esculturas de Jean-Michel Folon, me dije: ¡tate, Sorokin!, es hora que adquieras un poco de cultura, que eres un zote y vayas a descubrir a uno de los mayores artistas belgas, del que, me avergüenzo hasta enrojecer de decirlo, no había visto nada en mi vida (es que yo, me quedé en Magritte)
Pues sí, me sacudí el polvo de la dehesa, acudí a Google maps para informarme y me lancé a la ruta cantando a voz en grito "le plat pays" de Jacques Brel.
Google maps resultó de un optimismo sublime, cuando habla de 37 minutos para llegar. Narices, servidor empleó hora y media. Pero en fin, llegué:
La Abadía vista desde fuera ya resulta bastante impresionante. Me encantan las abadías en ruinas, llenas de fantasmas y sigilosas voces nocturnas:
Una vez hecha una cola de una hora, conseguí entrar. Lo primero de Folon que destaca es una escultura donde está su hombre fetiche, que unas veces lo llama de una manera y otras de otra:
En la nave central de la Abadía, que ya por sí merece la pena, hay dispuestas una serie de esculturas de Folon que él titulaba "pensamientos":
La Avenida de los "pensamientos", que son figuras con cuerpo humano y cabezas diversas:
Pensamiento segundo
Pensamiento numero sesenta
En fin, no estaban los sesenta pensamientos, solo había una selección.
No todas las esculturas eran de Folon. Por ejemplo, este monje tiene pinta de ser anterior:
La vista fue muy provechosa, y servidor aprendió un montón, pero a las cinco de la tarde había que salir del recinto, cosa que hice sin rechistar. No tenía ninguna gana de pasar la noche en tan agradable lugar.
Pero vuestro amado bloguero decidió continuar al día siguiente continuar su viaje cultural y su descubrimiento artístico, así que sabido que existe una "Fundación Folon" en La Hulpe, a escasos kilómetros de Bruselas.
Decidí ir a descubrir qué es lo que había allí. Para ello, una vez más consulté a Google, que, esta vez, acertó:
Como veis, queridos amigotes, no es difícil llegar. Está en La Hulpe, en medio de un parque que pertenece a Solvay. En Bélgica, casi todo pertenece a Solvay, desde que inventó la famosa "sosa" Solvay (los de ciencias me entendéis), no paró el gachó.
Dejas el coche en un aparcamiento bien indicado y sigues un camino peatonal hasta la Fundación:
Pero, cálmense amigos; no está en el Castillo, no hay que andar tanto, está en una granja, como se ve en la foto.
Te recibe uno de los hombres de Folon leyendo un periódico en un banco:
La entrada, una vez que has pagado el diezmo, te lleva al primer edificio de los dos que consta el Museo:
En esta primera parte están, sobre todo las pinturas y los pósters de Folon: En esta foto he reunido cuatro, es que no quería daros mucho la brasa:
También hay algunas esculturas, como la de la "mujer pájaro" . No son cuatro, os aviso gurriatos, es una, lo que pasa es que la hornacina está rodeada de espejos:
La escultura es una actividad tardía de Folon, que empezó siendo pintor, pero luego se convirtió en más escultor que pintor. Es como yo, que soy de Albacete, pero luego me hice de otros sitios, cosas que pasan.
Para pasar al segundo edificio hay un túnel:
En este edifico hay algunas salas más personales del escultor, como esta colección de objetos:
O una copia de su taller de escultor:
Algunas esculturas más pequeñas, como estos pájaros:
En saliendo del Museo, podéis ver una escultura que se llama "la lluvia". Aunque ese día no funcionaba, es una fuente. Por el pitorro que lleva el "hombre Folon" en la mano, sale agua que debe producir un bello efecto. Solo puedo imaginarlo.
Vale, ya estuvo suave, ya he dicho más de lo que podéis soportar. Perdónenme amigotes, es que cuando empiezo no sé parar.
Besotes. Me voy cenar (a la cocina, claro, porque los restaurantes están cerrados)