Como quiera que he visto por D. Ricardo que el Papa Ratzinger ha abierto la veda. No quería ser menos. Y es que lo ha puesto a huevo. Ha pedido que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Yo que soy un chico que me tomo las cosas al pie de la letra, prometo, juro y aseguro que a mí nunca se me ha pasado por la cabeza abusar de un niño.
Por eso, me encuentro en proceso de aprender el oficio de lapidador. Y que no me llamen salvaje porque salvajes son los que son capaces de justificar, tapar o silenciar los actos pedófilos y a sus actores, esa gente de Iglesia que está saliendo como hongos por doquier.
A éste, o a éste otro y a aquel, a todos los que defienden o son incapaces de condenar taxativamente esta barbarie y un pedrolo especial dedicado, con aristas, a este tipejo de la izquierda, con capa y todo, por sus lamentables declaraciones.
Un tipejo que es capaz de decir, entre otras joyas que el aborto es peor que la pederastia y que se acusa a los pederastas porque no se habla de Dios. Hay que ser cretino, y no sigo que me caliento.
Si quieres ustedes convertirse en comandos lapideros cojan una piedra de las de arriba y arrójenla sin miedo contra estos fariseos de tres al cuarto.
Y ya saben, por sus obras les conoceréis, y por nuestras piedras también.
Salud y República
P.D. Se han unido a esta campaña que yo sepa:
A sueldo de Moscú, Software Libre y Cooperación. Multiverso incognoscible, Ceronegativo. Literatura y periodismo y Capitalismo salvaje