Portada del libro Puertos abiertos. Antología de cuento centroamericano. ¿Esta antología ofrece una visión saludable del cuento en CA?, le preguntó el periodista Carlos Rodríguez a Julio Escoto en una corta entrevista publicada recientemente en La Prensa con motivo de la antología del cuento centroamericano Puertos abiertos, preparada por Sergio Ramírez. Y tras leer la respuesta de Escoto es difícil dejar de imaginarse en su rostro una mueca de disgusto, de incomodidad y hasta de dolor:
No estoy muy seguro de ello. En el caso de Honduras ocurrió una sustitución de autores que yo, como responsable de la selección por país, no autoricé nunca. He solicitado explicación sobre eso a Sergio Ramírez y a esta hora no la he recibido. El director de la antología realiza la selección final pero no introduce a otro autor sin consultar, o por lo menos informar al responsable por país. Si eso ocurrió con Honduras pudo haber pasado con otros países, o con el tomo de poesía. Situaciones que desde luego deforman e incluso vician la idoneidad de una antología. En segundo lugar, la escogencia de solo autores vivos es una muestra parcial del desarrollo de una narrativa, corte transversal de un momento, no de un extenso período o la totalidad. Pero en este caso ese fue el criterio y me parece bien, excepto que no se puede hablar de “saludable” cuando solo conocemos a una parte del cuerpo global.Obviamente el periodista no supo (o no quiso) ejercer su profesión de la manera en que podría esperarse y por eso hasta el sol de hoy desconocemos cuáles autores aparecen en esa antología en lugar de otros, según el fino criterio de Escoto. Desconocemos también cómo fue que se le otorgó a Escoto (si es que se le otorgó verdaderamente) la potestad de "seleccionar" los cuentos hondureños que aparecerían en ese libro. Desconocemos finalmente por qué Sergio Ramírez, responsable de la edición, incluyó a ciertos autores en la antología "sin consultar" a Escoto. Cosas curiosas que ocurren en países de ciegos... Compartir