La forma en que la gente lee cambia a medida que envejece, lo que ayuda a explicar por qué las personas mayores tienen problemas para leer letras pequeñas, según un estudio reciente.
Investigadores de la Universidad de Leicester, en Inglaterra midieron los movimientos oculares en adultos jóvenes (de 18 a 30 años de edad) y adultos mayores (de 65 años o más) al leer unas líneas de texto que fueron manipuladas digitalmente de diferentes maneras. Por ejemplo, en una de las oportunidades el texto era borroso y, en otra, las características de cada letra por individual estaban bien definidas.
Los jóvenes encontraron más fácil leer las líneas del texto cuando estaban presentes los finos detalles visuales, pero para las personas mayores fue más fácil leer los textos más borrosos.
Estos resultados apoyan la teoría de que los adultos mayores utilizan una estrategia de lectura diferente que los adultos jóvenes y que se basan más en las señales generales, como la forma de la palabra, para discernir la identidad de las palabras, según dijeron los investigadores.
Ellos añadieron que sus hallazgos podrían conducir a nuevas formas de combatir los problemas de lectura en las personas mayores.
Los resultados mostraron que la dificultad para lectores de más edad que a menudo la experimentan es probable que esté relacionada a una disminución progresiva de la sensibilidad visual, sobre todo hacia los detalles visuales, debido a los cambios ópticos y los cambios en la transmisión neural incluso en individuos con visión aparentemente normal.