¿Por qué confiamos en las mentiras? (investigación)
Las redes sociales han facilitado la proliferación de creencias falsas a una escala sin precedentes.
A partir de la modelización de la manera en que se difunde la información engañosa a través de las redes de personas, resulta posible descubrir cómo influyen la confianza social y el conformismo en la forma en que las comunidades alcanzan un consenso.
Añadir propagandistas a los modelos demuestra lo fácil que es manipular las creencias, incluso cuando existen abundantes pruebas científicas sobre una cuestión determinada.
En los últimos cinco años se ha prestado mucha atención a las formas en que puede fallar la transmisión social del conocimiento. La información engañosa compartida en las redes sociales ha alimentado una epidemia de falsas creencias sobre diversos temas, desde la prevalencia del fraude electoral hasta la seguridad de las vacunas. Los mismos mecanismos básicos que propagaron el miedo al gusano del tomate ahora han intensificado -y, en algunos casos, generado- una profunda desconfianza pública hacia las instituciones sociales básicas. Una consecuencia de ello es el alza en los brotes de sarampión registrada en varios países.
[...]Muchas de las creencias falsas más peligrosas de hoy en día comienzan con propaganda y mentiras deliberadas que buscan expresamente hacer daño. Pero la eficacia de la propaganda y la desinformación en la era de las redes sociales responde, en parte, al hecho de que la gente las comparte profusamente entre amigos y compañeros que confían en ellos, sin la intención de mentir o estafar a nadie. Así pues, las redes sociales transforman la desinformación en información engañosa[...].
Fuente: Revista Investigación y Ciencia
No se repara en el daño que se comete sino lo que prepondera es la