Todo esto al tiempo que la Organización de Estados Americanos (OEA) convoca para hoy a una reunión de urgencia para abordar la situación en Venezuela. Cuando el Perú, Chile y Colombia retiran sus embajadores, algo que estos países miserables nunca hicieron los suyos en el Norte cuando EE UU invadió Haití, Panamá, Guatemala, República Dominicana, Honduras o Nicaragua. Cuando mataron a Allende, por ejemplo.
El lacayito Almagro alegó que la convocatoria al Consejo Permante se hace sobre la base del artículo 20 de la Carta Interamericana, que contempla el llamado a una reunión de ese tenor “en caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático”.
Tanto la derecha venezolana como sus aliados internacionales han dicho que en el país se produjo un “golpe de Estado”, luego que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitiera una sentencia que desautoriza a la Asamblea Nacional por la situación de desacato en la que se encuentra desde el año pasado. El gobierno del presidente Nicolás Maduro, en voz de la canciller, Delcy Rodríguez, denuncia que hay un contubernio para propiciar una intervención en la nación caribeña, alentado por EE.UU.
Y viene en medio de este concierto de asesinos la Fiscal General de la República, Luis Ortega Díaz, y dice que la sentencia del TSJ: “constituye una ruptura del orden constitucional“.
La declaración de Ortega generó reacciones diversas en la opinión pública, pero aún no ha habido un pronunciamiento del gobierno al respecto. Entretanto, la oposición ha dicho que se mantendrá en protestas de calle. La acción fue sucedida por sendos pronunciamientos del Departamento de Estado.
El gobierno venezolano respondió con un comunicado de repudio “a la arremetida de los gobiernos de la derecha intolerante y pro-imperialista de la Región, dirigida por el Departamento de Estado y los centros de poder estadounidenses, que mediante falsedades e ignominias pretenden atentar contra el Estado de Derecho en Venezuela y su orden constitucional”.
Delcy Rodríguez @DrodriguezVen
Venezuela repudia arremetida de gobiernos de derecha que atentan contra Estado de Derecho y orden constitucional.
Para la diplomacia bolivariana, esos países actúan contra Venezuela motivados por “la venganza y la intolerancia político-ideológica contra la sólida y vigorosa democracia venezolana y su modelo inclusivo de derechos humanos”.
En el texto, la cancillería alega que no hay golpe de Estado en el país sino la actuación de instituciones que quieren aplicar “correctivos legales” para detener “la desviada y golpista actuación de los parlamentarios opositores declarados abiertamente en desacato a las decisiones emanadas del máximo Tribunal de la República”.