Por qué debe usted aparcar el coche y comprarse una bici: 1.034.374 razones

¿Es posible que existan un millón treinta y cuatro mil trescientas setenta y cuatro razones para olvidarse del coche y tirar de bicicleta? Sería deseable, aunque parece difícil muy a pesar de los beneficios múltiples del velocípedo: económicos, físicos, ecológicos…

Ese millón y pico (y poco) es la cantidad de bicicletas que se vendieron en España en 2013 según publicó recientemente El País de acuerdo con los datos de la Asociación de Marcas de Bicicletas de España (AMBE). Son 1.034.374 bicis, que superan a los coches en número de ventas. Es el segundo año consecutivo que ocurre.

Este post pretende animar al usuario, especialmente al urbano pero sin olvidarse del que habita en el medio rural, a dejar el vehículo de motor en el garaje siempre y cuando le sea posible la alternativa ciclista. Lo mismo sucede con los del transporte público (el abono de metro mensual en Madrid no para de crecer).

Variedad de biciclos

La bicicleta de paseo reina, pero ¿en solitario? A pesar del tirón de este modelo en Merkabici, se lleva la de carreteras (las antiguas cotizan al alza) a veces reconvertida en fixie, e incluso la de montaña, que en ciudad exige más esfuerzo pero que nos permite combinar el paseo con el deporte por caminos de tierra. Hasta la plegable conoce un boom, y no se crea eso de que estas corren menos: el tamaño de las ruedas –más pequeño- va acorde con el desarrollo, y son esencialmente prácticas.

Ciudades más preparadas

¿Han estado en Sevilla? Está considerada una de las mejores ciudades del mundo para moverse en bici. Concretamente la cuarta mundial. Hacia 2007 el Ayuntamiento empezó una bestial campaña de obras para atravesar la ciudad de carriles segregados. Las obras no estuvieron exentas de polémica, con protestas a veces cercanas a las manifestaciones. Pero a la vista del resultado, hoy nadie dice que no mereció la pena. Zaragoza apunta maneras. San Sebastián, las ciudades catalanas… la tendencia es irrefrenable.

Ahorro total

Si no tiene que desplazarse lejos para trabajar –algo que tampoco es tan raro- y no debe andar cambiando ruedas cada dos días, los beneficios económicos de coger la bici por el coche son tan evidentes que ni merece la pena detenerse en ellos. Otra cosa es el transporte público, donde no solo está el peculio sino también las distancias: en Madrid difícilmente uno se habituará a pedalear desde Plaza de Castilla a Vallecas diariamente. O sí: cada vez se ven más ciclistas en la Villa.

Tiempo

No se ría: los riachuelos permiten a veces alcanzar antes la corriente principal. En la ciudad hay múltiples atajos. Y caminos, por si se aburre. Y está prácticamente probado que en ciudades pequeñas y medianas la bicicleta llega a su destino más pronto que el autobús.

Ecología y Deporte

¿Hace falta explicar que es un medio de transporte más sano y contamina menos? Podríamos añadir mejor nuevas razones: facilidad de aparcamiento (¡aunque faltan más postes exclusivos para bicis!), comodidad relativa (no es obligatorio el caso por lo general y de noche tan solo necesita un par de luces o prendas reflectantes), etcétera.