Porque el activo más valioso que posee un país no son sus riquezas naturales sino sus recursos humanos y por ello toda persona debe recibir educación y formación para ir tan lejos como sus capacidades personales se lo permitan.
La sociedad tiene que ofrecer la posibilidad de formación humana durante toda la vida, no basta que un niño reciba educación sólo cuando es pequeño, la educación debe ser permanente durante toda la vida sin restricción alguna.
Y es en la etapa electoral que los ciudadanos debemos exigir a los candidatos, que nos presenten propuestas inteligentes para mejorar nuestro sistema educacional para el siglo XXI.
Un pueblo educado elegirá a dirigentes honestos y competentes, y estos dirigentes a su vez elegirán a los mejores asesores. Un pueblo educado no tolera la corrupción, porque un pueblo educado sabe muy bien diferenciar un discurso serio de una prédica demagógica.
Un pueblo ignorante desperdicia sus recursos y se empobrece, porque un pueblo ignorante vive de ilusiones, con los cantos de sirena de candidatos demagógicos, populistas e improvisados, cayendo luego en la desilusión y ver sus esperanzas frustradas por el engaño demagógico. En cambio un pueblo educado prospera aun en condiciones adversas.
En el mundo moderno, la ciencia y la tecnología son fundamentales, y el gobierno debe promoverlas para así desarrollar nuevos negocios, la investigación y desarrollo es fundamental para el perfeccionamiento de nuevos productos y usos.
Para ingresar al primer mundo, las claves del éxito educativo son:
Los profesores: La calidad del profesorado es la piedra angular del sistema educacional, la pedagogía debe ser una carrera prestigiosa y los docentes deberían estar obligados a tener, por lo menos, un máster en educación.
El número de alumnos: En las etapas primara y secundaria un profesor para no más de 30 alumnos.