Constantemente, cuando se habla de salud, la grasa saturada es un tema recurrente y una preocupación, debido a que se encuentra profundamente relacionada con enfermedades del corazón, exceso de colesterol, sobrepeso y obesidad.
De entre todos los alimentos, existen algunos que tienen más grasas saturadas que otros.
Las grasas saturadas, son aquellas provenientes de las carnes y alimentos de origen animal, excepto las carnes de los peces, que si bien posee grasa, las mismas son insaturadas y muy favorables para una buena nutrición y salud.
Se las ha denominado como saturadas debido a que se compone de átomos de carbono que se unen a átomos de hidrógeno. De entre estos alimentos pueden mencionarse a la mantequilla, la nata de la leche, ciertos cortes de carnes, etc.
El conocer e informarse es determinante para saber de qué clases de grasas se encuentra compuesto un alimento, y también cuáles son las grasas que debemos incluir en la dieta por ser beneficiosas y tenerlas presentes para diferenciar los alimentos con altas cantidades de grasa saturada ayudando a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades.
Además de los perjuicios que las grasas saturadas ocasionan en el organismo, debe también limitarse la ingesta de otras clases de grasas, para evitar el sobrepeso y la obesidad, enfermedades vinculadas a enfermedades como la diabetes.
Una característica particular, es que los alimentos que contienen esta clase de grasas, causan una menor saciedad que los que causan los alimentos que cuentan con hidratos de carbono, además, el cuerpo los conserva y no se diluyen rápidamente en forma de energía como en el caso de estos últimos.
Unos consejos prácticos para evitar el consumo de grasas saturadas, es el preparar los alimentos, como carnes vacunas, de pollo, etc., horneándolas. También el evitar alimentos altamente peligrosos para el colesterol como las patatas fritas, pollo frito, y demás snacks.
La grasa es necesaria para el organismo, pero sólo en un porcentaje de alrededor del 20% del total de los alimentos ingeridos.