¿Por qué decidirse a escribir?
Cuando los médicos encuentran un nuevo medicamento o método para curar ciertas enfermedades, lo que hacen es totalmente contrario a ocultarlo. Es más, hacen todo lo posible para que la gente pueda beneficiarse de este nuevo cocimiento; y no sólo eso, sino que hacen lo imposible para que todos los demás doctores sepan del nuevo método y lo puedan aplicar en sus pacientes.
Así son las personas que escriben; como grandes médicos que comparten con ansias a los demás nuevos puntos de vista, nuevas noticias, nuevas maneras de redactar, nuevas maneras de pensar que ayudarán a que la sociedad mejore y su salud sea estable.
Claro, uno cuando lee debe de ser hasta cierto punto objetivo, ya que por medio de la redacción de una persona podemos llegar a conocer mucho de su realidad y a la par conocer su postura ante un tema. Y debemos ser capaces nosotros como lectores a comprender esa postura; no apoyarla o unírseles, simplemente comprenderla y conocer mejor otro punto de vista sobre un tema.
A continuación, se puede hacer un juicio subjetivo a cerca de la la lectura realizada. Es por eso que en esta etapa uno ya puede decidir, habiendo comprendido la postura, si estamos a favor de ella o no. Y para finalizar podríamos pensar en cosas que pudiéramos modificar de la redacción y entonces crear una crítica constructiva que mejore a la transmisión de la información.
¿Se ve la idea?
Así como los doctores deben de trabajar en conjunto para beneficio principal de los pacientes, los escritores deben de trabajar en conjunto para que los lectores entonces se puedan beneficiar.
Ahora, retomando el título principal, muchos llegan a pensar que escribir es sólo una fuente más para poder generar ingresos, dejando a un lado la real importancia de escribir. ¿Cuál es esa? Bueno, como he enfatizado, la lectura es algo que nos complementa como humanos. Tenemos un futurista como Verne que describe grandes avances científicos que sucedieron años después, incluso podemos decir que décadas después. Tenemos un Orwel y un Platón que hablarían de la condición humana en generaciones futuras. Tenemos una Mastreta que nos transportaría a épocas importantes anteriores a nuestro nacimiento. Tenemos una Frank que nos contaría cómo era vivir en una época alejada a nosotros. Tenemos a los escritores de los periódicos, de ensayos, de columnas, de cartas que con cada palabra que plasman en una hoja modifican algo en el mundo.
Si aún no creen en el gran poder que tiene escribir sólo cabe recordar a un Montesquieu que fue el pionero en la idea de la “separación de poderes”, sistema de orden político usado en muchos países. O bien, podemos recordar a un Marx que es bien recordado por cómo es que sus ideas influyeron en los sistemas políticos de casi todo el mundo y a la sociedad en general.
Puede ser que ustedes estén diciendo: “bueno, pero ellos eran estudiados” y otras cosas más. Pero piensen por un momento, ¿a cuántos no les ha cambiado la vida una carta?, una carta que les escribió un amigo, su pareja; incluso una carta escrita por la secretaria de un jefe donde se despide a alguien está a punto de darle un giro completo a la vida de otra persona.
Ahora sí, ¿se ve la idea?
¡Exacto! No sólo es la lectura lo único que nos hace crecer en cultura y conocimiento, también el escribir puede cambiar vidas. Así que no lo pienses dos veces, toma una pluma de tu estuche, una hoja y comienza a escribir. ¿Sobre qué? Sobre lo primero que se te venga a la mente. Quizá al principio nada de lo que anotes tenga sentido, aunque puede ser que lo primero que escribas sea muy bueno. Sea cual sea la situación, no dejes de escribir. Los escritores que cambian vidas no publicaron su primer borrador. Los escritores que declararían su amor sacaron las palabras de su corazón. Los escritores que compartiría un avance científico tuvieron que buscar las palabras técnicas. ¿Qué tipo de escritor eres tú? Descúbrelo escribiendo hasta que se te acaben las ideas, porque será entonces cuando la imaginación comience a abrir sus alas.
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