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Por qué el estrés no siempre es malo y cómo entrar en un estado de flujo consciente

Publicado el 13 abril 2022 por Jose Jose Jose Perez @jperezpa26

Su cerebro libera grandes cantidades de hormonas y neurotransmisores en respuesta a sus percepciones.

Cuando estás en peligro, esto provoca la liberación de dopamina, adrenalina y serotonina, lo que te ayuda a estar más alerta, más fuerte y más rápido.

Es la respuesta de lucha o huida, y es la más poderosa que puedes ser.

El problema es que ahora muchos de nosotros nos sentimos estresados gran parte del tiempo y no sabemos cómo desactivar esta respuesta de lucha o huida.

Así que intentamos eliminar el estrés y pensamos que seríamos más felices si pudiéramos.

Pero la realidad es que el estrés no es algo «malo».

Por el contrario, el estrés es una herramienta valiosa que debemos utilizar cuando sea necesario.

La clave no es eliminar el estrés, sino controlarlo.

En este artículo describiremos algunas formas de hacerlo.

¿Qué es un estado de flujo?

Un buen ejemplo del estrés no siempre es malo es el estado de flujo.

Un estado de flujo es un estado de alta concentración, atención aumentada y reflejos relámpago.

Suelen participar cuando practicamos deportes extremos, o cuando estamos completamente concentrados en nuestro trabajo o en una conversación.

Pero esencialmente, los neurotransmisores asociados al estado de flujo son muy similares a los asociados al estrés.

La única diferencia real es que produces más anandamida (la hormona de la «felicidad») y más serotonina.

En otras palabras, la única diferencia real es que usted disfruta de la experiencia en lugar de temerla.

Así que si puedes aprovecharlo la próxima vez que te sientas estresado, teóricamente podrás experimentar el mismo nivel de respuesta y concentración cuando lo necesites.

La clave es tratar de ver la situación de estrés no como algo que hay que temer, sino como una oportunidad para aprender y desarrollarse más.

Míralo como un reto y tu cuerpo se adaptará en consecuencia.

Por qué el estrés no siempre es malo y cómo entrar en un estado de flujo consciente

Excelencia femenina

Otro ejemplo de «estrés positivo» es el llamado eustrés.

El eustrés es un tipo de estrés que nos motiva a hacer cosas cuando las necesitamos.

Por ejemplo, el eustrés es el tipo de estrés que se experimenta cuando se acerca un examen.

Puede que no te sientas bien, pero el estrés es en realidad lo que te impide dormir todo el día y te motiva a levantarte y repasar.

Las investigaciones demuestran que las personas que no responden al estrés tampoco tienen éxito en la vida y acaban desperdiciando sus talentos.

Tenlo en cuenta la próxima vez que necesites una patada en el trasero: recuérdate a ti mismo por qué es importante lo que estás haciendo y por qué tienes que centrarte en ello.

Si puedes hacer esto, podrás aprovechar el poder positivo del estrés y dejar de verlo como tu enemigo.

¿El resto del tiempo?

Intenta distanciarte de la respuesta al estrés diciéndole a tu cuerpo «gracias, pero no gracias».

Si te recuerdas a ti mismo por qué no necesitas sentirte estresado, suele ser suficiente.

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