Con la caída del Silicon Valley Bank los entendidos se están preguntando cómo es posible que un banco entre en crisis si tiene el dinero de sus clientes invertido en renta fija de su propio gobierno (en este caso, además, el sólido gobierno norteamericano).
La razón es sencilla: el valor de la renta fija, de los pagarés, bonos u obligaciones, emitidos por gobiernos o empresas, solo es fijo cuando se emiten y cuando se amortizan. Esos títulos tienen un valor facial (facial porque así se indica en su folleto de emisión) determinado. Pongamos $10.000. Eso ha de pagar al emisor quien los compra, y eso recibirá del emisor quien los posea el día de su vencimiento.
Pero a lo largo de su vida, que puede ser más o menos larga, según el plazo al que se hayan emitido, el valor de ese título va a ir variando según se compare la rentabilidad que paga (pongamos un 3% anual, que es lo que se llama el "cupón") con la rentabilidad que piden los compradores en cada momento a títulos de similar cupón y duración. La duración es el tiempo que le queda al título hasta su vencimiento.
Si el título está emitido a 10 años y el comprador en el momento de la emisión lo mantiene hasta su vencimiento, cada año recibirá un 3% (en nuestro ejemplo, $300) y pasados 10 años recuperará sus $10.000. No hay duda de ello. Obviamente, salvo que el emisor no tenga dinero para pagarle lo debido en la fecha de vencimiento. La probabilidad de que pase eso se mide con el índice de riesgo del título, que en cada momento es valorado por unas entidades teóricamente independientes que se llaman "agencias calificadoras". A los bonos peor calificados el mercado (los inversores) les exigen que ofrezcan una rentabilidad mayor que a los mejor calificados. Pero no voy a profundizar en esto, por que me voy a centrar en la rentabilidad exigida a lo largo del tiempo de vida del bono y su impacto en su precio.
La rentabilidad que el mercado le exige a un bono sube o baja en función de los tipos de interés que fijan los bancos centrales de las monedas en que están emitidos. los bonos emitidos en dólares, como los del SVB, fueron afectados por la subida de tipos de la FED.
En ese contexto, al mercado ya no le basta con que nuestro bono del ejemplo ofrezca una rentabilidad del 3%, sino que, supongamos, por simplificar, exige un 4%. Si el SVB compró el bono por $10.000 y quedan supongamos 7 años hasta el vencimiento, el bono caerá de precio, y si se ve forzado a venderlo, perderá dinero. No le pagarán $10.000 sino mucho menos. Dependerá de lo que hayan subido las expectativas de rentabilidad y de cuántos meses/años queden hasta el vencimiento. Cuanto más, más pérdida.
Sin entrar en los complejos cálculos que tienen en cuenta los analistas, hay unas matemáticas sencillas que te servirán para entenderlo:
-
Si antes la rentabilidad era de 3%, porque cobraba 3 por invertir 100, ahora, para que la rentabilidad sea del 4%, teniendo en cuenta que el bono seguirá pagándole 3 al que lo posea, si el mercado quiere ganar un 4%, lo máximo que estará dispuesto a pagar serán 75, porque 3/75 supone un 4%
-
Eso qué implica: que el valor del bono ¡caerá un 25%!, aunque a su propietario le pueda parecer inverosímil...
Es por eso que la renta fija es un tipo de activo incluso más complejo y "peligroso" que la renta variable, como explico en mi último libro Guía para invertir tu patrimonio.
A sensu contrario, si los tipos bajan, la renta fija puede experimentar subidas espectaculares. Una bajada de tipos del 3 al 2% implica una subida del 50% en el valor de la renta fija.
Espero que estas lineas te expliquen por qué el SVB ha tenido problemas cuando sus clientes (capitanedos por Peter Thiel) se han apresurado a sacar su dinero y le han obligado a vender sus bonos del Tesoro americano para cubrir esa salida de depósitos. Cuanto más salida de depósitos, más pérdidas.
La FED se ha apresurado a lanzarle un salvavidas prestándole dinero con la garantía de sus bonos del Tesoro, confiando en cobrarlos al vencimiento y recuperar lo prestado.
Otra cosa es, y lo dejo ahí, porque no tengo datos, qué pasaría si el SVB compró bonos de $10.000 que pagaban el 3% de nuestro ejemplo, pero pagó por ellos $15.000, porque en aquel momento cotizaban con un 2% de rentabilidad, porque en tal caso al vencimiento perderá $5.000 con cada bono.
En definitiva, si el SVB ha entrado en crisis, como ocurre con el Credit Suisse y con otros, es por la falta de prudencia y buena gestión de sus directivos.
El problema eterno.