Las manillas toman la forma de una sonrisa que, además, encuadra la marca del reloj haciéndolo más atractivo desde un plano sugestivo o psicológico.
Los anuncios gráficos hacen uso de formas sugerentes e imágenes para jugar con el subconsciente del posible comprador. A esto se le llama "información subliminal" y generan en el receptor sentimientos e impulsos a desear ese producto.
En el caso de los relojes las manecillas se colocan de tal forma que formen una sonrisa, símbolo de felicidad para todo aquel que posea un reloj de ese tipo. Y además esa composición también encuadra la marca de dicho reloj lo que significa que esa felicidad se producirá cuando poseas un reloj de la marca en cuestión.
El hecho de que el segundero coincida con el minutero, ayuda a lograr una imagen armoniosa que incita a la tranquilidad y a la seguridad, además de hacer la manilla larga aún más larga.