A Zenón de Elea le preguntaron en cierta ocasión si los sabios se enamoraban. Y él contestó que sí. Entonces quien le interpelaba, le dijo: "Es decir, que en eso se comportan igual que los tontos y los necios". Entonces el filósofo aclaró: "No. Los necios creen saber por qué aman; los tontos incluso dan sus razones, pero los sabios saben que no las hay, que nadie sabe por qué entra el amor en el alma, o sale".
Zenón de Elea, discípulo de Parménides (siglo V a. de C.)