La actividad física es beneficiosa en cualquier etapa de la vida, especialmente en situaciones de cambios metabólicos y fisiológicos como la menopausia. Muchos estudios han servido para comprobar la importancia de la actividad física en el período pre, pos y durante la menopausia, ya que la realización de ejercicios mejorar la salud y la calidad de vida.
El climaterio es la transición de la vida reproductiva a la no reproductiva de la mujer. Dentro de este período se produce la menopausia, que corresponde a la última menstruación. En esta etapa, el ovario pierde su función, deja de producir óvulos y sufre alteraciones morfológicas y endócrinas.
A pesar de ser conocida desde hace siglos, la menopausia se considera un fenómeno de la mujer moderna. Actualmente, más mujeres están llegando a la menopausia y viviendo cerca de un tercio de su vida durante este período. Esto se debe a una mejor atención médica que ha estado proporcionando el aumento de la esperanza de vida.
Un programa de ejercicio puede proporcionar para la mujer beneficios universalmente conocidos así como los específicos relacionados con los síntomas característicos de la menopausia.
La identificación de la actividad física que puede tener efectos positivos sobre la calidad de vida de las mujeres durante este periodo ha ido tomando cada vez más importancia. Principalmente, los que tienen como objetivos aliviar algunos de los síntomas que causa la disminución de los estrógenos:
• Olas de calor.
• Dolor en las articulaciones.
• Fatiga.
• Depresión.
• Cambios de humor.
• Insomnio.
• Pérdida de la libido.
La actividad física regular en la menopausia puede promover:
• Reducción de la grasa corporal.
• Mejora en los parámetros metabólicos.
• Disminución del riesgo cardiovascular.
• Mejora del sistema inmunológico.
• Aumento de la densidad mineral ósea,
• Bienestar psíquico.
• Reducción del riesgo de cáncer de mama.